Definición de Metáfora Sinestésica

Una metáfora es una figura retórica que consiste en comparar dos cosas entre sí y que no tienen una relación directa. Se utiliza normalmente en el lenguaje poético para resaltar las cualidades de alguien o de algo. Con este recurso estético del lenguaje se enriquece la descripción de la realidad. Así, los labios son rubíes, los ojos son luceros o la afirmación de que alguien está en la flor de la vida son ejemplos clásicos de metáforas.

La sinestesia es un fenómeno mental por el cual combinamos dos sentidos diferentes. De esta manera, alguien puede oler un color, ver un sonido o tocar un olor. En este sentido, una persona con sinestesia puede decir que ha visto un color en el momento que oía una nota musical, que al tocar la madera siente nostalgia o que el sabor de la comida lo asocia mentalmente con una sensación táctil. Según la neurología, este tipo de combinaciones mentales se dan entre los bebés hasta los cuatro meses y, excepcionalmente, en algunas personas adultas.

Desde un punto de vista literario es posible crear todo tipo de ideas: Los poetas intentan combinar palabras que resulten sugerentes

Para ello, pueden recurrir a las figuras retóricas. La metáfora es una de ellas y una variante de esta figura es la metáfora sinestésica. Consiste en juntar palabras que trasmiten sensaciones diferentes, pero que unidas resultan complementarias y aportan una dimensión singular de la realidad.

Así, un dulce amarillo, un áspero sonido, un silencio dorado, una caricia verde o un viento oscuro serían ejemplos de metáforas sinestésicas. En este tipo de metáforas hay siempre un binomio sensorial, como tacto-vista, gusto-oído o vista-oído, entre otros.

La sinestesia en el arte

Cada arte tiene un sentido predominante. La pintura se basa en la percepción visual, la escultura es eminentemente táctil y visual y la música es percibida a través del sonido. Sin embargo, ciertas obras artísticas son el resultado de una combinación sinestésica. No hay que olvidar que en una obra de teatro interviene la vista y el oído o que las notas musicales pueden sugerir imágenes.

La sinestesia y el consumo de alucinógenos

El consumo de ciertas drogas alucinógenas produce un tipo de vivencias sinestésicas. En este caso, no se trata de una metáfora literaria sino de una experiencia sensorial real, como la vivencia psicodélica en la que el individuo se siente conectado con la totalidad del universo, los colores se potencian y los efectos visuales se mezclan con otras percepciones sensoriales.

Fotos: Fotolia – Drobot Dean / Sapsan777