Definición de Niños
Normalmente, se considera que los niños son aquellos individuos que transcurren por la primer instancia de la vida conocida como infancia y que es anterior a la pubertad. Los niños usualmente son entendidos como tales hasta los doce a catorce años en términos generales, aunque tal período de la vida es en algunos aspectos confusa en lo que hace al traspaso de etapas.
Si bien los bebés son considerados por algunos profesionales como niños, otros sostienen que esa etapa es anterior a la niñez, por tanto las posibilidades son variadas y no del todo definidas. Uno de los aspectos que pueden ser utilizados para comprender lo que es un niño es el hecho de que no son considerados adultos y que por tanto deben ser protegidos y cuidados por aquellos mayores de edad.
El mundo de los niños
Si bien los niños conviven con los adultos, es posible hablar del mundo de los niños como una realidad independiente. Esta idea se pone de manifiesto en sentidos muy diversos:
1) desde el momento de su nacimiento el niño tiene una dependencia del adulto muy superior a la mayoría de crías de animales,
2) fisiológica y psicológicamente los niños tienen una serie de etapas en su desarrollo y
3) socialmente los niños dan sentido a la institución familiar.
El mundo de los niños es semejante al de los adultos pero está adaptado a sus propias necesidades y circunstancias. Así, hay médicos para los más pequeños, una comida determinada para ellos, unas leyes que los protegen, una literatura y un ocio infantil y una serie de rituales asociados a ellos (el bautismo, la primera comunión, sus primeros pasos, el primer día de colegio…).
Al plantearnos qué ingredientes tiene el mundo de los niños, los más significativos son la inocencia, la fantasía, la vitalidad y la ternura.
El concepto de niñez ha variado a lo largo de la historia, así como también en los diferentes espacios socioculturales
No sólo ha variado los límites de edad por los cuales se considera a un sujeto «niño», si no que también se han transformado los derechos y las necesidades de tales individuos, así como también las responsabilidades del conjunto de la sociedad para con ellos.
De acuerdo a las definiciones establecidas por la Organización de Naciones Unidas, a través de la Convención de los Derechos del Niño, se debería entender como niños a todos los individuos menores de dieciseis años, edad que además puede variar con la legislación de cada país. La legislación internacional establece al mismo tiempo que los niños son sujetos que deben contar con la protección y el cuidado de los adultos en todos los aspectos que hacen a su vida cotidiana. Por otro lado, deben contar con derechos esenciales tales como el derecho a la familia, a la educación, a la vivienda, a la alimentación y a la salud, siendo responsabilidad de los adultos velar por que estos derechos sean cumplidos.
Hoy en día existen numerosas organizaciones internacionales, regionales y locales que se ocupan de asegurar a niños de diferentes partes del mundo un porvenir así como también buenas condiciones de vida a corto y largo plazo. Entre ellas encontramos a UNICEF (dependiente de la ONU), Save the Children o Missing Children. Estas organizaciones se abocan a luchar especialmente contra flagelos tales como el abuso infantil, la pedofilia, el trabajo infantil, el abandono, el analfabetismo y la prostitución infantil entre otros.
Las dos caras de la niñez
En su inmensa mayoría todas las civilizaciones han protegido a los niños. La actitud protectora hacia ellos nos permite recordar que los adultos somos especialmente sensibles en todo lo referente a la niñez, entre otras cosas porque los adultos también han sido niños.
Podríamos afirmar que la niñez presenta dos caras opuestas, una amable y otra trágica. En su lado amable la niñez está asociada al descubrimiento de la vida, al sentimiento maternal y, en definitiva, a una especie de magia que envuelve el mundo infantil. La parte trágica también existe en circunstancias diversas: la explotación laboral, los abusos a menores, el acoso escolar, la pedofilia y otras circunstancias en las que los niños no son respetados por los adultos.
La palabra niño en el lenguaje cotidiano
La palabra niño va más allá de una etapa vital del ser humano o del propio mundo infantil. De hecho, en el lenguaje cotidiano empleamos la palabra niño de muchas maneras. Si un adulto es demasiado ingenuo, le diremos que “no sea un niño”.
Si algo no tiene importancia, decimos que se trata de una niñería. En relación con el cambio climático, existe el Niño, un fenómeno que afecta negativamente a los ciclos de la naturaleza y que recibe esta denominación porque apareció por primera vez en Navidad, el momento de la llegada del Niño Jesús.
Fotos 2-3: iStock – fotostorm / princigalli
Trabajo publicado en: Jul., 2009.
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