Definición de Opinión

Nuestras inclinaciones personales, gustos y apetencias las expresamos a través de la opinión. Así, la principal característica de cualquier opinión es su subjetividad. En este sentido, hay que indicar que lo subjetivo es todo aquello que depende del criterio de cada individuo. En cambio, lo objetivo es todo aquello que se aleja de las valoraciones personales y, por lo tanto, se puede expresar con rigor y precisión.

La palabra opinión no escapa a la situación de tantísimos términos de ser empleada comúnmente por la gente para referir diversas cuestiones, entonces, dependiendo del contexto en el cual la usemos, nos encontraremos con diversas referencias para la misma.

En la vida cotidiana

En el día a día emitimos juicios que son meras opiniones, mientras que otros no lo son. Si digo que me gusta el azul, que soy hincha de un equipo o que prefiero la carne al pescado, estoy emitiendo mi visión personal sobre algo. Por el contrario, las verdades de la matemática o las leyes de la naturaleza no son cuestiones opinables, sino que están sujetas a unos principios y unas leyes incuestionables (por ejemplo, si hago un cálculo matemático cuando voy a comprar, el proceso mental no tiene nada que ver con mi subjetividad).

Por otra parte, una opinión resulta ser también la reputación en la cual se tiene colocado a un individuo o a algo, como ser una empresa, un lugar, una marca, entre otros. La Serenísima es una empresa argentina que disfruta de una excelente opinión entre los argentinos.

La doxa y la episteme, dos formas de conocimiento

Filósofos como Parménides y Platón ya distinguieron entre la opinión y el verdadero conocimiento. Tanto uno como otro son formas de conocer la realidad. La doxa u opinión viene a ser una categoría primaria del entendimiento humano y a través de ella podemos expresar cómo nos sentimos con respecto a algo (decimos que nos gusta la primavera o que nos desagradan los días lluviosos). La episteme es el verdadero conocimiento de la realidad y con él indicamos cómo son las cosas con criterios no personales.

Para el niño que tiene un pensamiento mágico una pelota se puede desplazar porque quiere esconderse de otros juguetes, pero según el pensamiento racional el movimiento de la pelota depende de la masa, la velocidad, el rozamiento o la inercia, cuestiones medibles que son consideradas como verdaderas.

La opinión en el mundo periodístico

Un periodista que escriba sobre unos hechos tiene que contar qué ha ocurrido, cuándo, cómo y por qué. Su enfoque sobre la noticia debe aproximarse a la verdad de los hechos. En cambio, si el periodista escribe un artículo de opinión, sus palabras no tienen que respetar ningún criterio objetivo.

Implica uno de los géneros periodísticos tradicionales que se distingue por la presentación de un planteamiento acerca de un tema de interés, por parte de una personalidad o de un medio de comunicación que ostentan autoridad en la sociedad a la cual pertenecen.

Cabe destacar, que el leit motiv del género de opinión es encontrar las causas que producen determinados hechos, es decir, lo importante no será lo que sucedió sino los comentarios que algunos podrán hacer de la noticia. Desde el siglo pasado, las columnas de opinión de los diferentes medios de comunicación son usadas para fortalecer la línea editorial que dispone el medio en cuestión.

Cualquier artículo de opinión debe contar con los siguientes cuatro elementos: tesis, argumentos, conclusiones y la presentación de una imagen que grafique el tema del cual se opina.

Por su parte, la opinión pública es el concepto que se emplea popularmente para designar al pensamiento sobre determinados asuntos de interés general con el cual convienen la mayoría de los individuos.

No todas las opiniones son igualmente válidas y respetables

Si a mí gusta el azul y a mi amigo le gusta el amarillo, ambas opiniones tienen la misma validez y no es razonable afirmar que una valoración es mejor que la otra. Sin embargo, sobre ciertos asuntos hay opiniones que no parecen muy respetables (la defensa de la esclavitud o la justificación de la violencia son dos ejemplos concretos de opiniones que tienen una validez muy discutible).