Definición de Orden Cerrado
Todos hemos visto en alguna ocasión a soldados desfilando en grupo y de una manera disciplinada. Este tipo de agrupamiento militar es conocido con el término orden cerrado. Esta forma de desplazarse es tan antigua como los propios ejércitos y tiene un significado que va más allá de las simples apariencias.
Las funciones del orden cerrado
En primer lugar, permite que el responsable de una formación militar pueda dar órdenes a todo el grupo de soldados. En la terminología militar el concepto de voz de mando es fundamental para la organización de cualquier acción y la voz de mando del responsable de un grupo de soldados es lo que permite los distintos movimientos y cambios de paso.
Este tipo de formación es simple y permite que los soldados se puedan desplazar con rapidez. Esto es especialmente relevante en situaciones de combate.
El hecho de que los soldados estén unidos de manera ordenada potencia la idea de disciplina y obediencia.
Está relacionado con el espíritu de grupo. Una tropa dispersa y desorganizada difícilmente se sentirá cohesionada.
Un aspecto que no debe olvidarse es la cuestión de la imagen marcial. En este sentido, tiene que incluir toda una serie de formalidades estéticas que complementan su sentido estrictamente militar.
En síntesis, esta modalidad de agrupamiento militar tiene una dimensión estratégica, así como un componente psicológico y estético.
Supone ser mucho más que una simple agrupación de soldados
No existe una única modalidad de orden cerrado, pues este puede ser en formación, en fila, en columna o en línea. Al mismo tiempo, el número de soldados es igualmente variable (por ejemplo, en columna de a uno, de a dos, de a cuatro, etc). Por otra parte, los desplazamientos se pueden efectuar con armas o sin ellas, con cambios de dirección o sin cambios. En cualquier caso, tanto los movimientos individuales como los colectivos están perfectamente definidos.
La ejecución de los movimientos tiene un fundamento teórico más complejo de lo que podría parecer a primera vista. Así, los movimientos deben sincronizarse y para ello hay que tener en cuenta la motricidad del cuerpo humano.
Está directamente relacionado con los ritmos corporales, especialmente el ritmo cardiaco y la respiración. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta una serie de factores, como el equilibrio, la postura corporal y la relajación.
Fotos: Fotolia – branex / kichigin19
Trabajo publicado en: Mar., 2018.
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