Definición de Pisos Laminados
Para el revestimiento de suelos hay una amplia gama de opciones y una de ellas es el piso laminado. Se trata de un material sintético que imita a la madera y que presenta varias capas en su composición (una protectora, una de diseño, una central hecha de resina plástica y una de soporte para prevenir la humedad).Esta elección aporta elegancia, simpleza y comodidad al espacio.
Pautas para su instalación
Para su colocación es necesario una adecuada preparación. En primer lugar los tablones deben extraerse de las cajas y permanecer fuera de su envoltura originaria para que se aclimaten (este proceso dura aproximadamente 72 horas). La capa de suelo de la habitación y los zócalos tienen que eliminarse. Como es lógico, hay que medir la habitación y tener en cuenta que las laminas tienden a expandirse ligeramente en los días siguientes a su colocación. Para ocultar las uniones de las laminas, estas deben disponerse en perpendicular a las ventanas de la habitación, pues de esta forma se disimulan las uniones.
A continuación los tablones son cortados con una sierra. Seguidamente se van ensamblando los tablones a través de las lengüetas que incorporan y las dos piezas unidas son presionadas hacia abajo para que se mantengan unidas.
Pautas para conseguir un correcto mantenimiento
Los pisos laminados requieren de un cierto mantenimiento. En este sentido, hay que quitar el polvo con regularidad, para lo cual se puede usar una mopa de microfibra, una escoba con paños atrapapolvos desechables o bien una aspiradora con cepillo suave. Con estos procedimientos se consigue evitar las rayaduras del suelo provocadas por los residuos acumulados. Para este tipo de pisos es recomendable no utilizar sistemas de limpieza que produzcan rayaduras, como las escobas convencionales.
Si se derrama un líquido sobre el suelo, hay que eliminarlo de manera inmediata, pues de lo contrario se puede dañar la capa protectora del piso (para absorber el exceso de líquido se puede utilizar un paño suave). La limpieza del piso debe hacerse desde el fondo de la habitación hacia afuera, ya que de esta forma no se producen pisadas sobre el suelo húmedo y se evitan las huellas. Los especialistas en este material recomiendan limpiarlo a fondo cada dos meses y para ello se puede mezclar un cuarto de taza de vinagre con un litro de agua (se coloca la mezcla en un recipiente de spray y se rocía la solución en zonas pequeñas).
Ventajas e inconvenientes
Este tipo de suelos tienen generalmente un buen precio y se pueden colocar en la mayoría de suelos. Es un material resistente y fácil de limpiar. Sin embargo, los pisos laminados no absorben el sonido y producen un ruido hueco cuando se camina sobre ellos y, por otra parte, su instalación es zonas húmedas puede provocar la deformación del suelo.
Foto: Fotolia – Sandor Kacso
Trabajo publicado en: Jul., 2018.
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