Definición de Pololo (Chile)

En un mismo idioma ciertas palabras adquieren distintos significados dependiendo de cada comunidad de hablantes. El término pololo es un buen ejemplo de ello. Mientras en España y algunos países de Latinoamérica se trata de una prenda de vestir, en Chile es una palabra con distintos usos, siendo el más especial aquél que implica referirse a nuestra amada media naranja.

En el contexto chileno

El vocabulario español que hablan los chilenos ha incorporado ciertas palabras de las lenguas indígenas. Pololo proviene concretamente del vocablo mapuche piulliu, que quiere decir mosca. De esta manera, al igual que una mosca merodea alrededor de la fruta, el pololo es el hombre que ronda a una mujer con el propósito de atraerla.

El pololo no es exactamente el novio de una chica sino el que aspira a serlo. En este sentido, existe el verbo pololear, lo que equivale a cortejar. Asimismo, si una mujer intenta llamar la atención de un hombre se dice que está pololeando. Con frecuencia los chilenos dicen que alguien es su pololo-a para referirse a su novio-a de una forma cariñosa. Al mismo tiempo, el pololeo es toda aquella relación sentimental en la que no hay un compromiso demasiado estable, algo así como un amor de verano o una relación pasajera.

Un pololo o polito también puede ser un trabajo informal que se realiza de manera esporádica. Así, alguien podría afirmar «no tengo un trabajo estable, pero de vez en cuando me sale un pololito».

Por último, en Chile hay un insecto endémico y polinizador de color verdoso. Su nombre científico es Astylus trifasciatus, pero popularmente se le denomina pololo o sanjuán.

Una prenda de vestir que ya no se usa

Antiguamente a los bebés y niños pequeños se les ponía unos pantalones cortos y holgados que llegaban hasta las rodillas. Tenían forma de bombacho para que en su interior pudieran llevar cómodamente los pañales. Esta prenda se conocía como pololo y se usaba para proteger a los niños del frío. Con el paso del tiempo las mujeres que realizaban alguna actividad física al aire libre incorporaron este tipo de pantalón para llevarlo debajo de la falda y cubrir sus piernas.

A finales del siglo XlX y principios del XX se consideraba que mostrar las piernas era una conducta indecente y contraria a las buenas costumbres. Tanto el pololo para bebés como el femenino estaban hechos de algodón o de lana y en ocasiones llevaban encajes y bordados.

Si bien esta prenda ha dejado de usarse, se ha convertido en una pieza de interés para los coleccionistas aficionados a la moda de otras épocas.

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