Definición de Presagio
Un presagio es una señal que nos anticipa un acontecimiento que sucederá en el futuro.
Señal que anticipa un suceso futuro o la adivinación que procede una intuición
También, la palabra se emplea para indicar aquella adivinación motivada por la intuición sobre hechos que acontecerán en el futuro y para dar cuenta de la explicación de señales.
La subjetividad, clave en la valoración positiva o negativa
El presagio es una forma de adivinación que se sustenta en señales observables, en tanto, algunos presagios advierten sobre la sucesión de eventos positivos, mientras que otros nos anticipan acontecimientos negativos, dependiendo esta consideración de los ojos del intérprete, dado que sin dudas en ello prima la subjetividad de cada cual.
El gris plomo del cielo y las nubes intensas nos presagian la venida de una fuerte tormenta.
Entonces, el presagio es una cuestión que se haya en estrecha asociación a la adivinación del futuro.
El hombre y su eterna preocupación por el futuro
Desde siempre el hombre ha estado preocupado por conocer qué le deparará el destino, por ejemplo, si ganará más dinero, si cambiará el empleo, si se casará, si tendrá hijos, si viajará a aquel lugar deseado, entre tantísimas situaciones que los seres humanos deseamos conocer anticipadamente.
Los presagios podrán ser buenos o malos, esto especialmente dependerá de la expectativa y de los deseos que presente el protagonista del presagio, es decir, si aquello que esperaba se suceda en relación a una cuestión, pasa, el presagio será considerado como positivo, mientras tanto, si el mismo nos anticipa la no sucesión de algo que se deseaba será pensado como negativo.
En tanto, existen individuos que se dedican especialmente a este menester de anticipar e interpretar aquello que sucederá en el futuro, generalmente, se los conoce como adivino, clarividente o brujo, entre los más populares.
Los presagios están en estrecha vinculación con las sensaciones y las intuiciones que sentimos, porque normalmente son estas las que disparan algún presagio.
Así es que las personas que creen mucho en los presagios cuando sienten una fuerte sensación en sus cuerpos, por ejemplo la palpitación de su corazón sin un motivo concreto en el plano físico, será interpretada como un mal presagio, normalmente, tras ello algo malo va a sucederse.
Ahora bien lo más relevante e importante es la interpretación que se hace de estas señales, sensaciones o intuiciones porque será a través de la misma que se podrá realizar la correspondiente anticipación futura.
La importancia del presagio en la Antigua Roma
Uno de los sinónimos de este término es el de augurio y el origen de este término se remonta a varios siglos atrás, ya que la del presagio o augurio era una práctica sumamente común en el Antigua Roma.
El colegio de augures, era la institución que en tiempos del Imperio Romano se ocupaba de la interpretación de diversos signos que tenían la misión de anticipar lo que se sucedería en el futuro.
Las tormentas, el cantar de las aves y su vuelo, y otros fenómenos climáticos, eran algunos de los eventos en los que se centraban los especialistas de este club para poder predecir el futuro.
Vale destacarse que los augurios que se anticipaban en este colegio gozaban de una credibilidad superior a los que surgían de otras fuentes porque se trataba de un colegio sacerdotal con prestigio y consideración en estos menesteres.
Nadie dudaba lo que se vaticinaba en este colegio.
En estos tiempos los augures, tal como se denominaba a los sacerdotes que profesional y oficialmente practicaban la adivinación, eran sumamente populares y su profesión era una de las más prestigiosas de aquella época.
Había augures que se desempeñaban en el plano público y otros en el privado y el cargo que correspondía a la administración pública era vitalicio y se equiparaba a otros eclesiásticos.
Para la realización de su actividad se acompañaban de libros especiales, de comentarios y de ritos y había algunos que se dedicaban a transmitirles a los dioses sus voluntades mediante ritos y otros se ocupaban de descifrar a los dioses.
Habían adoptado esta tarea de la civilización griega y de la etrusca.
Los emperadores romanos estaban siempre muy pendientes de los presagios y cada señal que veían o sensación que sentían la tenían en cuenta para poder saber lo que les pasaría en tal o cual acción.
En estos tiempos los presagios eran considerados cuestiones ciertamente importantes y sagradas.
Se los escuchaba y respetaba, ahora bien, con el correr del tiempo y el avance de la ciencia y d la razón los relegó a la consideración de supersticiones y pasaron a tener una valoración menor.
Trabajo publicado en: Dic., 2012.
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