Definición de Quid Pro Quo
La expresión latina quid pro quo se emplea en aquellas situaciones en las que alguien indica que hay un intercambio, es decir, se da algo a cambio de algo. En otras palabras, que hay una reciprocidad que beneficia a las dos partes, ya que uno hace o dice algo y al mismo tiempo recibe del otro una contrapartida.
Se utiliza quid pro quo como una propuesta de canje o un pacto, de tal manera que se sugiere la iniciativa de dar para luego recibir. Si bien este es el significado en el lenguaje cotidiano, el sentido originario de este latinismo es distinto, ya que alude a una confusión gramatical entre dos personas, un equívoco en la comunicación. Más concretamente, quid pro quo se utilizaba como un juego de palabras relacionado con las confusiones gramaticales que en ocasiones se producen en la comunicación.
La paradoja de su significado
De esta manera, quid pro quo nos recuerda un fenómeno curioso del lenguaje: el significado primitivo de una expresión puede evolucionar y adquirir un nuevo sentido. En consecuencia, nos encontramos ante una paradoja, ya que si alguien emplea esta expresión en su sentido literal y genuino es muy probable que no se le entienda, pero si la emplea «indebidamente» sí será comprendida.
Pactos, negociaciones y acuerdos
La locución quid pro quo en su acepción más común nos recuerda que las personas estamos negociando permanentemente. Llegamos a acuerdos en el ámbito laboral, en la pareja o entre los amigos. Para alcanzar un pacto es necesario encontrar un equilibrio que no siempre es fácil de lograr y el quid pro quo aporta una estrategia interesante en cualquier negociación: no es posible recibir sin antes haber dado algo.
El latinismo quid pro quo, un ejemplo de la vigencia del latín en la comunicación
Los latinismos son palabras o expresiones en latín que siguen utilizándose en el lenguaje escrito y oral. Son cultismos y se emplean generalmente en contextos académicos y entre personas de cierto nivel cultural. A pesar de ello, hay muchos latinismos totalmente incorporados al acervo cultural. Así, cuando buscamos un trabajo presentamos nuestro curriculum vitae, si hablamos de pérdidas económicas diremos que tenemos un déficit y si queremos indicar que alguien es muy vanidoso diremos que tiene mucho ego.
El uso corriente de latinismos pone de manifiesto otra paradoja del lenguaje, ya que se dice habitualmente que el latín es una lengua muerta y que no vale la pena estudiarla pero, al mismo tiempo, sigue viva entre nosotros.
Fotos: iStock, Liima10 / AntonioGuillem
Trabajo publicado en: Feb., 2016.
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