Definición de Raciocinio
Es la facultad de pensar que poseen todos los seres humanos y que es sin dudas la característica que distingue a los mismos del resto de las especies vivientes. El desarrollo de la razón no es otra cosa que la posibilidad de pensar y en ese acto reconocerse como ser pensante, imaginar, soñar, proyectar, hacer cálculos, etc. En definitiva, separarse del mero sentir o de las simples sensaciones e instinto y elevarse hacia algo superior, lo que nos hace humanos.
La capacidad de razonar: aquello que nos ha hecho lo que somos
Es claro que sin la capacidad de pensar y de razonar no seríamos lo que somos. Como seres vivos poseemos todas las mismas características, rasgos y capacidades que el resto de los seres vivos. Necesitamos alimentarnos, dormir, reproducirnos. Estos son los elementos naturales y las funciones básicas de nuestro organismo que deben ser satisfechas. Pero en algún momento de la historia, en el proceso de hominización, los primates lograron desarrollar una forma de pensar más elevada que la del resto de los animales y pudieron a través de diferentes especies llegar a lo que somos hoy los seres humanos.
La posibilidad de pensar y del uso del raciocinio es lo que nos distingue de todos los demás seres vivos. Esa capacidad nos permite entendernos como sujetos separados del resto, nos da un abanico de posibilidades mucho más amplio que el de las sensaciones corporales y del instinto y nos permite reflexionar sobre nuestra existencia. La razón al mismo tiempo nos da la posibilidad de recordar, de crear lenguajes sistemáticos, de imaginar, de soñar, de pensar en el pasado y en el futuro, nos permite crear nuestra identidad.
La biología, la educación, el entorno, y la predisponían personal, claves en el desarrollo del raciocinio
El raciocinio dispone de un componente biológico evidenciado en la estructura cerebral de los seres humanos; las relaciones sinápticas entre las neuronas son las que permiten la operaciones infinitas del intelecto.
Para poder lograr el objetivo mencionado, es decir, su misión, la razón se valdrá de una serie de principios que por su naturaleza las personas asumen como universalmente ciertas, estos son: principio de identidad (pone en evidencia que un concepto es ese concepto), principio de no contradicción (propone que un concepto no puede ser y no ser al mismo tiempo) y principio del tercero excluido (supone que entre el ser y no ser de un concepto no se acepta una situación intermedia.
Existen dos grandes tipos de razonamiento, el deductivo, por un lado, que considera que la conclusión está implícita en las premisas y el inductivo que obtiene conclusiones de tipo general a partir de algo particular.
Ahora bien, para que el raciocinio se desarrolle y actúe correctamente hay que ejercitarlo a través del uso constante de la razón. La educación a la que accedemos los seres humanos desde que somos niños nos ayudará en este sentido porque las diversas materias que cursamos nos permitirán ejercitar la memoria, la comprensión, la creatividad, entre otras facultades de nuestra razón.
Y otra cuestión que también incide en el desarrollo del raciocinio es el contexto en el cual vivimos y crecemos. Si una persona crece en un entorno carente de posibilidades en todo aspecto, seguramente no podrá desarrollar, como otros pares que sí las tienen, del mismo modo el raciocinio.
Entonces, la biología de cada uno, la educación y las condiciones familiares serán factores que inciden directamente en el correcto desarrollo y funcionamiento del raciocinio.
Las enfermedades mentales degenerativas, las grandes enemigas de la mente
El principal problema al cual se enfrenta el raciocinio, y que puede no tener solución de acuerdo a la gravedad de los casos, son las enfermedades mentales o degenerativas que afectan directamente el funcionamiento del cerebro.
El mal de Alzheimer es una de las más contundentes en este aspecto ya que afecta la memoria, la forma de pensar, el comportamiento, la percepción, entre otros. Quien padece esta enfermedad sufrirá la pérdida de su memoria y del resto de sus habilidades intelectuales.
Existen varios factores predisponentes a padecer esta enfermedad como ser la edad avanzada, aunque, también debemos decir que puede presentarse en personas que no son tan ancianas aún; familiares directos que la hayan sufrido: hermanos o padres; y algunos genes.
El cuadro puede diagnosticarlo un médico luego de haber sometido al paciente a: un examen neurológico, haber reconocido síntomas, repasando su historial médico y realizando algunas pruebas de su función mental.
La razón es todo lo que conocemos y creamos
El ser humano es el único ser vivo que puede crear cosas, desde objetos simples e inanimados hasta conceptos e ideas abstractas tales como la religión, el pasado, la filosofía. Todas estas acciones son posibles a partir del uso de la razón, esa capacidad que es una mezcla de elementos físicos y químicos que se dan en nuestro cerebro pero también de aspectos emocionales y mentales que no pueden solamente entenderse desde lo científico.
La posibilidad de pensar, de reflexionar, de crear el mundo que nos rodea es algo único. Gran parte de nuestra vida cotidiana ha sido creada por el ser humano a partir de su raciocinio, incluso el modo en el que interactuamos con la naturaleza y logramos controlarla cuando se puede volver impredecible o peligrosa. Las culturas en el mundo, los objetos que usamos, las religiones en las que creemos, las sensaciones complejas como el amor son todas consecuencias de la razón y de la capacidad de elevarnos por sobre el mero organismo físico que nos es dado.
Trabajo publicado en: Jun., 2010.
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