Definición de Rebaño

La aplicación que le damos popularmente a este término en nuestra lengua es para referirse a un conjunto de ganado, es decir, varios animales que pertenecen a la misma especie, que están juntos y que además se desplazan juntos; si bien es válido que la palabra se emplee para cualquier tipo de ganado es recurrente que el mismo se emplee para hablar más precisamente de las cabras y de las ovejas, que son los que suelen comportarse y movilizarse de esta manera.

Conjunto del ganado, ovejas, cabras y vacas, que se movilizan y conviven todos juntos

En tanto, cuando uno observa agudamente esos rebaños resulta sorprendente descubrir que esa convivencia se da a todo nivel, es decir, no solo los animales que componen un rebaño se mueven juntos y permanecen juntos todos el tiempo sino que además desarrollan comportamientos en conjunto como puede ser la defensa del grupo ante alguna amenaza externa.

Antiguamente, cuando todavía el hombre no era “dueño” de la tierra porque apenas la poblaba, resultaba ser muy común que los rebaños ocupasen las grandes superficies masivas aún despobladas. Sin embargo, luego, con la avanzada del hombre, esta situación se fue haciendo cada vez menos frecuente. Algunas de las razones de esta situación han sido: el intenso poblamiento, el desarrollo de la agricultura, la tala de bosques y otros procesos que han modificado la superficie de la tierra y que redujeron inevitablemente las superficies anteriormente pobladas por los rebaños.

A propósito de esta cuestión y para poder limitar el mencionado proceso de desaparición es que se han creado reservas de faunas en las cuales los rebaños se comportan con las típicas características de un rebaño y también pueden conservar su estilo de vida salvaje.
En la actualidad es recurrente observar al rebaño de ovejas dentro de un corral, tal como se denomina al cercado que las mantiene unidas y controladas.

La importancia del pastor en el cuidado del rebaño

En tanto, el rebaño suele ser guiado, cuidado y alimentado por un individuo que se conoce popularmente como pastor.
Esta persona vive en el campo y está especialmente preparado para llevar a cabo las tares mencionadas; la experiencia y el dominio de los animales es una condición sine quanom para desarrollar este trabajo.
No cualquiera puede hacerlo.

Al oficio propiamente dicho se lo llama pastoreo, mayormente la actividad se aplica a animales como las ovejas, aunque también suelen guiar cabras y vacas hacia terrenos fértiles para que puedan alimentarse y así engordar, que es el objetivo final.

Se trata de un oficio que lleva miles de años, cuando el hombre se asentó en un lugar y comenzó a vivir de la cría de sus animales.

Es común también que en esta tarea acompañen perros especializados, tales como los ovejeros alemanes, denominación que justamente viene a cuenta de esta inclinación natural que tienen para desarrollar esta actividad.

Los ovejeros alemanes, o perros policía, como también se los llama, son una raza de perros con una disposición natural para la guardia y la vigilancia y por supuesto que esto lo aplican en cualquier ámbito que se los entrene, una casa, un comercio, un campo repleto de ovejas, entre otros.

Grupo de fieles que son dirigidos por un religioso o pastor

En el contexto de la religión es común que nos encontremos con esta referencia para referir al grupo o comunidad de fieles que siguen una creencia religiosa y que son dirigidos por un pastor, que en este caso es un religioso que ostenta autoridad dentro de la religión en cuestión.

Conjunto de individuos que se destacan por la docilidad y obediencia a un superior

Y también en el lenguaje corriente y cotidiano, tomando de alguna manera lo que nos propone su significado literal de varios animales que hacen todo juntos, movilizarse y vivir, la palabra se aplica también para referirse al conjunto de personas que se destacan por su docilidad y obediencia a aquellas directivas que le va proponiendo una fuerza superior.
“Como jefe de la institución me toca proteger a mi rebaño.”

Este sentido suele disponer de una connotación negativa dado que se entiende a ese conjunto de personas como un grupo incapaz de imponer sus voluntades y pelear por sus derechos, sino muy por el contrario, aceptan, casi indignamente, los designios que propone una autoridad, o el contexto que los lleva a desarrollarse de ese modo, porque es así porque no les queda otra chance, ya que no cuentan con los medios para poder plantarse y exigir otro trato mejor.