Definición de Recursos Naturales
Licenciado en Biología
1. Todos los bienes naturales (elementos o biomas presentes en la naturaleza) con valor exploratorio o uso potencial en beneficio del desarrollo económico y social humano. Ejemplos: a) recursos biológicos b); recursos hídricos; c) recursos minerales y energéticos; d) recursos del suelo.
2. Materia prima natural sujeta a la escasez y agotamiento con el uso.
Etimología: Recurso, por el latín recursus, formado por el prefijo re-, en sentido de reiteración, seguido de cursus, de curso en cuanto ‘carrera’. + Natural, por el latín naturālis, formado por natum, ‘nacido’, participio de nascĕre, ‘nacer’, y los sufijos -ūra y -lis, en propiedad de ‘cualidad’ y ‘pertenencia’ respectivamente.
Cat. gramatical: Sustantivo masc.
En sílabas: re-cur-so/s + na-tu-ra-les/ -ral.
Recursos Naturales
Una de las actividades esenciales en la vida de cualquier ser vivo es la satisfacción de sus necesidades básicas (encontrar alimento, protección, cobijo). En la naturaleza, todas estas necesidades se obtienen a partir de elementos presentes en el ambiente, a los que se conocen como recursos. Las poblaciones de seres vivos son tan dependientes de los recursos que necesitan para sobrevivir que, en muchas ocasiones, las distintas especies se distribuyen solo en los lugares donde existen los recursos que usan.
La manera en que los humanos nos relacionamos con los recursos naturales es diferente, porque en la mayoría de los casos, no nos hace falta ir a recolectar frutas al bosque o buscar cuevas naturales en las cuales protegernos, y podemos trasportar los recursos de un lado a otro. De esta manera, hay poblaciones humanas cerca de los polos (como en Alaska, Siberia, o Tierra del Fuego) o en medio de desiertos; lugares en los que, de forma natural, hay muy pocos recursos autóctonos (autóctono quiere decir “propio del lugar”). Esta relación actual con los recursos, mediada por la tecnología, no siempre fue así: durante los primeros milenios de la humanidad como especie, la relación con los recursos no era muy diferente a la de cualquier otra especie animal.
Con el tiempo, los avances de la tecnología y de la ciencia han permitido realizar una búsqueda intensiva de los recursos (lo que se llama prospección), mejorar la eficacia en el uso, extraer recursos antes inaccesibles (como los del fondo del océano o los que usualmente se encuentran bajo tierra) pero aún la humanidad sigue dependiendo de los recursos naturales para la satisfacción de sus necesidades.
Los recursos naturales son, entonces, aquellos elementos que la naturaleza proporciona y que son utilizados por el ser humano para la satisfacción de sus necesidades básicas (alimento, agua, refugio, vestimenta, cuidado de la salud) y también para el desarrollo de sus sociedades (materiales de construcción, combustibles). La lista de recursos naturales incluye elementos como el agua, el aire, los suelos fértiles, los minerales, los combustibles fósiles. También la biodiversidad aporta muchos recursos, sobre todo alimentos provenientes de animales, plantas y menos frecuentemente de hongos, la madera de los bosques, la fermentación (que es un proceso metabólico de las bacterias y que se utiliza desde la antigüedad para leudar el pan o elaborar bebidas alcohólicas a partir de frutas y cereales como la cerveza, la sidra o el vino). La mayoría de los principios activos de los medicamentos proviene de plantas, hongos y bacterias, por lo que la biodiversidad es un recurso extremadamente valioso, de la cual depende gran parte de nuestra supervivencia y economía.
Recursos naturales renovables y no renovables
Una distinción clásica de los recursos naturales los separa en renovables o no renovables, dependiendo de si se pueden regenerar o no en el plazo de una vida humana o, como mucho, un par de generaciones. En cambio, los recursos no renovables son aquellos que, una vez que se acaben, ya no se podrán regenerar en un tiempo humano. Esta distinción muchas veces nos lleva a pensar que los recursos renovables son infinitos, que no se acaban nunca o que van a estar siempre disponibles; en contraposición a los no renovables que si se acaban y son finitos. La realidad es que todos los recursos son finitos y todos se acabarán. La diferencia recae en sus tiempos de regeneración: cuánto tiempo después de acabarse hay que esperar para que el recurso vuelva a estar disponible.
Un recurso renovable se regenera en años o décadas, y vuelve a estar disponible en el curso de una o dos generaciones humanas (es decir, este tipo de recursos se regenera en una escala de tiempo histórico). Un recurso no renovable se regenera en milenios o un tiempo mayor (sus ciclos tienen una escala de tiempo geológico), por lo que no estarán disponibles por muchísimas generaciones una vez que se acaben. Esos tiempos de regeneración están vinculados con el ciclo vital (en el caso que el recurso sea un ser vivo) o con los ciclos biogeoquímicos o geológicos (en el caso que el recurso sea un mineral, una roca o agua). Por ejemplo: un cultivo de cereales se regenera todos los años, porque el ciclo vital de las plantas es de un par de años, un bosque se regenera en unas décadas; pero un mineral como el litio, que se forma durante periodos de intensas erupciones volcánicas y desecamiento de grandes lagos salinos, puede tardar millones de años en volver a estar disponible en cantidad suficiente.
Uso sostenible de recursos naturales
Los recursos renovables pueden ser utilizados de manera sostenible, es decir, un uso que garantice que nunca se acaben, porque se asegura que la extracción del recurso respete los tiempos de renovación, entonces siempre está disponible. Por ejemplo: una plantación de pinos que se usa para obtener madera. Se puede esperar que todos los árboles estén grandes y talarlos a todos de una vez, se obtiene mucha madera, pero supongamos que los árboles tardan 20 años en crecer, entonces, habrá que esperar 20 años para volver a sacar madera de esa plantación. Pero si en vez de talarlos a todos, se usa una estrategia de manejo sostenible y se tala el 50%, dejando el 50% de árboles adultos que se reproduzcan, se tendrá una plantación con árboles de diferentes edades que dará menos cantidad de madera por año, pero se podrá extraer madera todos los años. El manejo sostenible se puede hacer con todos los recursos renovables: pensar en maneras de reducir la intensidad de extracción o de uso para permitir que el ciclo natural del recurso vaya “reponiendo” lo que se extrae y así evitar que se acabe.
Con los recursos no renovables, como los minerales y los combustibles fósiles, que una vez agotados no se regeneran en una escala de tiempo humana, el uso sostenible se refiere a la gestión y extracción de estos recursos de manera que se garantice su disponibilidad para las generaciones futuras y al mismo tiempo se minimicen los impactos ambientales negativos. En otras palabras, a diferencia del uso sostenible de recursos renovables, con los no renovables lo que se busca es evitar que se acaben, que básicamente se traduce en usar y extraer menos cantidad. Algunas estrategias para lograr un uso sostenible de recursos no renovables incluyen:
• Mejorar la eficiencia en el uso y en la extracción con nuevas tecnologías que permitan reducir las pérdidas; así se puede reducir la cantidad de recursos necesarios para lograr un determinado objetivo. En esto, la investigación científica y tecnológica es clave. Un ejemplo de mejora de la eficacia es el desarrollo de motores de bajo consumo, que utilizan menos gasolina por kilómetro.
• Aprovechar al máximo los recursos no renovables mediante su reciclaje y reutilización. Por ejemplo: reciclaje de plásticos (muchos plásticos se fabrican a partir del petróleo), reutilización de componentes electrónicos.
Art. actualizado: Enero 2023; sobre el original de noviembre, 2008.
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