Definición de Reflexividad

La reflexividad es la acción intelectual por la cual se tiene conciencia de algo. Quien realiza este proceso mental lleva a término una reflexión, es decir, un análisis profundo de una situación.

El concepto de reflexividad implica que el individuo que piensa sobre algo no solamente tiene una serie de ideas sino que, además, es plenamente consciente de ellas y, de alguna manera, piensa sus pensamientos, es decir, reflexiona.

El papel de la epistemología en el estudio de la reflexividad

La filosofía es la rama del conocimiento que se ocupa especialmente del propio pensamiento y existe una disciplina específica, la teoría del conocimiento o epistemología. En otras palabras, la epistemología se ocupa de analizar por qué pensamos como pensamos (los mecanismos o procesos mentales, el origen de las ideas, su fundamento racional, etc). De esta manera, la epistemología es la disciplina que se encarga de comprender la razón humana a través de la reflexividad.

La reflexividad como proceso intelectual también se produce en el ámbito de la psicología y en cualquier otro campo en el que se realiza un análisis sobre el propio contenido de una materia (por ejemplo, de la metodología empleada).

Todos practicamos la reflexividad

De manera consciente o inconsciente, cada persona realiza a su manera una reflexión sobre sus reflexiones. La forma más frecuente de hacerlo es a través de la introspección, que vendría a ser un autoanálisis de los estados de la mente humana.

La reflexividad se produce por una necesidad de analizar nuestra conducta y nuestras ideas. Se podría decir que es imposible no ser reflexivo en algún momento, pues esta facultad es connatural al hombre y es lo que nos distingue de otros animales.

Manteniendo la puerta abierta a nuevas ideas

En cualquier contexto humano, la reflexividad actúa como un mecanismo necesario y muy conveniente. Este proceso mental expresa que no siempre aceptamos las ideas (ni siquiera las nuestras) porque es posible que sean erróneas o porque es posible que haya otras mejores. Así, si alguien renuncia a la reflexividad actúa de manera impulsiva (reflexividad e impulsividad serían términos antagónicos).

La reflexividad es una forma de pensamiento crítico, pues al meditar sobre unos conceptos ya estamos empezando a dudar sobre ellos. Como pensamiento crítico, lo fundamental no es lo que pensamos o los datos concretos que manejamos sino una reflexión sobre todo ello.

Cuando en el lenguaje cotidiano decimos que queremos repensar algo, estamos anunciando que tenemos la intención de sopesar y meditar unas ideas y, por lo tanto, haremos un análisis crítico basado en la reflexividad.