Definición de Relación Intraespecífica

Licenciado en Biología
Las relaciones intraespecíficas son esenciales para la subsistencia de una población, ya que la cooperación le permite sumar fuerzas para sobrevivir, pero también las relaciones no cooperativas impulsan la selección natural y la evolución de la especie; lo que a largo plazo es decisivo para su supervivencia.
Los seres vivos que habitan los ecosistemas se relacionan unos con otros de diversas maneras, tanto con individuos de su misma especie como con individuos de otras especies. Las interacciones pueden ser tanto positivas como negativas. Dentro de las relaciones positivas se encuentra la cooperación y como negativa, podemos mencionar la competencia intraespecífica e incluso, en pocas especies, se da la predación intraespecífica, denominada canibalismo.
Competencia intraespecífica
La competencia intraespecífica es una forma de interacción en la que los individuos de una misma especie compiten por recursos limitados, como alimento, agua, espacio o pareja. Puede ser directa o indirecta, y puede manifestarse de diferentes maneras.
Un ejemplo de competencia directa es la lucha por el territorio en los animales. Por ejemplo, los machos de muchas especies de vertebrados defienden con agresividad un área determinada ya sea porque esa área es su fuente de alimento y seguridad (caso de los felinos, por ejemplo), para atraer a las hembras o para asegurar su reproducción.
La competencia por el alimento es una forma de competencia intraespecífica que se da prácticamente en todas las especies que viven en grupo. En el caso de los grandes felinos, al defender un territorio, se aseguran que otro no los desplace de su fuente de alimentos. Pero en las manadas de herbívoros, por ejemplo, ocurre algo por completo diferente.
Todos intentan comer de los mismos pastos o árboles, esto conlleva a que quizá, no alcance el alimento para todos y aquellos que sean más para obtenerlo o más agresivos conseguirán alimentos de mejor calidad.
Vivir en grupos tiene muchas ventajas, pero también desventajas y la competencia intraespecífica es una de las mayores. La intensidad de esta competencia será mayor si el alimento escasea. En épocas de escasez, este tipo de interacciones puede llevar a la muerte de los individuos que no pueden acceder al recurso y a una disminución del número poblacional de la especie.
Entre las plantas, por ejemplo, los árboles altos proyectan sombra debajo. Si un retoño de la misma especie está creciendo bajo el árbol, no tendrá la cantidad de luz necesaria para crecer y probablemente muera.
Predación intraespecífica: el canibalismo
El canibalismo hace referencia a cuando un animal se alimenta de otro de la misma especie.
Este comportamiento puede estar motivado por diversos factores, como la competencia por recursos limitados, la necesidad de regular el tamaño de la población o incluso estrategias evolutivas para garantizar la supervivencia o mantener el tamaño poblacional.
Muchos peces se comen a sus huevos o a sus crías. Estos peces ponen miles de huevos o paren muchas crías y una de las hipótesis que intenta explicar este comportamiento es que, de sobrevivir todos, la competencia en la siguiente generación sería muy intensa.
Ejemplos de canibalismo se encuentran entre muchas especies, incluso entre los humanos.
Cooperación intraespecífica y sociabilidad
En la cooperación intraespecífica varios individuos de la misma especie unen esfuerzos para conseguir cosas que serían imposibles de lograr de forma individual.
Algunos de los mejores ejemplos de cooperación animal se encuentran entre los insectos sociales como las abejas, las hormigas y las termitas.
Estos insectos han desarrollado comportamientos sociales, a los que se les da el nombre conjunto de sociabilidad. Las poblaciones de estos organismos tienen una organización compleja, y cada individuo desempeña una tarea específica para el beneficio de la colonia. La sociabilidad aparece en muchas otras especies, pero sobre todo en aves y mamíferos.
En los humanos la sociabilidad es extrema y es nuestra principal fortaleza evolutiva. Nuestro desarrollo como especie y como sociedad se debe en gran medida al trabajo cooperativo para la recolección de alimentos, la construcción de viviendas, la crianza y las labores de cuidado de niños y enfermos y para la defensa frente a depredadores y grupos invasores.
Las especies sociales viven en grupos complejos donde cada individuo tiene un rol que conoce y depende de los demás. En todas las especies sociales, como los insectos que hemos mencionado, los humanos, los delfines, los chimpancés o los elefantes la sociabilidad contribuye a la supervivencia y un individuo aislado dificultades para sobrevivir. Esto es cierto tanto para una hormiga separada de su colonia como para un humano perdido en una isla desierta. Las especies sociales necesitan del grupo para subsistir.
Dentro de los grupos, las relaciones de poder establecen una jerarquía que mantiene el orden. Esta jerarquía se establece mediante luchas (como en los gorilas), mediante las relaciones sexuales (en los bonobos), con sistemas políticos (en los humanos), o por sistemas fisiológicos o genéticos (como en las abejas).
Sea cual sea el sistema de establecimiento de las jerarquías, los líderes se encargan de mantener la cohesión social. En ocasiones, también les corresponde proteger al grupo, pero suele haber un grupo específico dedicado a las tareas de protección.
La comunicación es fundamental en estas relaciones, ya que permite a los individuos transmitir información importante sobre su estado, intenciones y necesidades. Estas señales pueden ser visuales, auditivas, táctiles o químicas, y juegan un papel crucial en la interacción y la organización social de los organismos.
las feromonas son sustancias químicas liberadas por los individuos para comunicarse con otros miembros de su especie. En las hormigas, la señalización por feromonas les permite marcar senderos hacia fuentes de alimento o advertir a las demás de la presencia de depredadores y reconocer a sus congéneres heridos o enfermos.
Los heridos recibirán ayuda y los enfermos, si la enfermedad puede ser contagiosa para el resto del grupo, serán excluidos. Esto puede resultar cruel, pero no es muy diferente a lo que ocurrió durante la epidemia de COVID, donde los enfermos eran excluidos de la sociedad para que no contagiaran.

Trabajo publicado en: Abr., 2025.
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