Definición de Represalia

La palabra represalia la empleamos en nuestro idioma con dos sentidos, por un lado, cuando un individuo le provoca a otro una ofensa, un agravio, a modo de venganza por alguna situación o hecho negativo en el cual lo involucró, o simplemente lo hace por la satisfacción personal que le da molestar a una persona determinada, eso será considerado como una represalia.

Provocarle a otro un agravio en venganza de un daño recibido previamente

“Por haberle gritado sobremanera a la profesora, Juan, recibió una represalia de parte de ésta que lo dejó sin el recreo.”

Relaciones internacionales: sanción económica o política que un país le aplica a otro como consecuencia de un destrato o ataque

Y por otra parte, la palabra represalia es habitualmente empleada a instancias de las relaciones internacionales entre países para designar a aquella medida cargada de severidad que asume un estado contra un par, como consecuencia y en respuesta a un destrato o trato poco favorable que haya recibido oportunamente por parte de éste.

“Como represalia por no haber cumplido con el pago de unos bonos, la justicia norteamericana mantiene retenida a la embarcación argentina conocida popularmente como Fragata Libertad.”

Siempre la represalia constituirá una respuesta del tipo sanción, o sea, la medida que alguien decide adoptar como resultado de sentirse atacado o agraviado por otro, generalmente, sin que medie una causa, entonces, esa represalia que desarrolla y que puede implicar diversas acciones, tiene por objetivo satisfacer el deseo de escarmentar o vengarse, contestando con alguna acción símil a la recibida.

Por otra parte, en lo que respecta al derecho internacional, si un estado recibe por parte de otro un trato perjudicial, puede tomar represalias, siendo absolutamente legítimo tal acción, por ejemplo aplicar sanciones económicas o políticas.

También están capacitadas en este sentido las organizaciones internacionales, y entonces se autorizará una medida ejemplar contra el estado que haya actuado dañando a otro, especialmente si se está en una situación de armonía y convivencia.

Existen diversas clases de represalias que se suelen tomar a nivel internacional, tal es el caso de: ruptura de las relaciones diplomáticas entre los países en conflicto, embargo económico o comercial, entre otras.

Uno de los casos más emblemáticos de embargo comercial es el impuesto por Estados Unidos a la isla de Cuba luego de la Revolución Cubana encabezada por Fidel Castro, que entre otras medidas expropió propiedades a ciudadanos norteamericanos.

En la actualidad, en América Latina, hay un caso muy opinado por estos tiempos, la crisis que vive Venezuela como consecuencia de la represión del gobierno a la oposición, y de la decisión de su presidente Nicolás Maduro de convocar una Asamblea Constituyente, que asuma el poder legislativo y disolver el parlamento.

Con la misión de revertir esta situación y frenar el avance contra la democracia en Venezuela es que los países vecinos le sacaron su apoyo y tomaron algunas medidas diplomáticas como represalia a esos actos.

Sin lugar a dudas, si revisamos los sinónimos que admite este término, nos encontramos con uno que ostenta un uso híper popular en nuestro idioma, el de venganza.

La venganza es justamente la respuesta cargada de ofensa y de daño que se le dará a alguien en devolución de una agresión o de una mala acción sufrida oportunamente.

Asimismo, como sucede con la represalia, la venganza no presenta una misión de reparación del daño ni mucho menos, sino que lo que persiguen ambas acciones es lograr molestar y atacar al otro que en su momento nos atacó o nos molestó gravemente con su accionar.

Y también en ambos actos, represalia y venganza, quien los perpetra, presenta una sensación de placer y de satisfacción al concretar el acto, porque realmente el encono para con el otro es inmenso y se disfruta haciéndole daño.

Por caso, la idea es que quien corresponda sufra de la misma manera que nosotros sufrimos por aquello que nos hizo, que nos quitó, entre otras alternativas.

Uso en el derecho romano

La idea de represalia, de hacerle un mal, o pagar con la misma moneda a aquel que nos ha dañado no es algo de hoy sino que se trata de un concepto que se remonta a muchos siglos atrás, más precisamente en el Imperio Romano.

Porque a instancias del Derecho Romano, la represalia resultaba ser un derecho que ostentaba el afectado por la violación de algún derecho por parte de un tercero, a obtener como garantía de la indemnización, algo que le pertenezca.

En tanto, el término que se opone al de represalia es el de perdón.

La acción de perdón implicará que alguien le perdone a otro la ofensa o el mal trato del que haya sido objeto en un determinado momento.