Definición de Resistencia aeróbica

La idea de resistencia aeróbica está asociada a la forma de obtener energía por parte de nuestro cuerpo. En términos sencillos podríamos afirmar que este tipo de resistencia se pone en funcionamiento cuando necesitamos oxígeno para realizar una actividad, por ejemplo, correr largas distancias, subir una montaña elevada o recorrer grandes distancias con la bicicleta. Existe una resistencia opuesta, la anaeróbica, en la cual no se necesita una gran cantidad de oxígeno (por ejemplo, para realizar un sprint corto o para levantar pesas).

Para conseguir una resistencia aeróbica adecuada es necesario ejercitar el organismo con un entrenamiento aeróbico, que es el propio de fondistas, ciclistas y todos aquellos deportistas que realizan esfuerzos prolongados. Hay que tener en cuenta que en la práctica del ejercicio en general se utilizan las dos resistencias, aunque una predomina más que la otra dependiendo de cada disciplina deportiva.

Una fórmula para quemar calorías y limpiar la mente y el cuerpo

El ejercicio aeróbico es de una intensidad media o baja y produce un consumo de hidratos y grasas en el organismo para obtener la suficiente energía, para lo cual se necesita oxígeno. Al ser necesario el oxígeno en estos ejercicios el sistema cardiovascular se fortalece (con el entrenamiento el esfuerzo del corazón va disminuyendo).

Beneficios del ejercicio aeróbico

Además del fortalecimiento cardiovascular, se consigue una estimulación de los vasos coronarios, se reduce el nivel de grasa corporal y se elimina grasa subcutánea en las personas que tienen sobrepeso. Por otra parte, hay una disminución de la presión sanguínea en los hipertensos (esto produce que no sea tan necesaria la medicación para regular la presión sanguínea). Otro beneficio de la actividad aeróbica es la reducción de los niveles de colesterol malo en la sangre y un aumento de los niveles de colesterol bueno.

Una herramienta para ayudar en la circulación y en cuestiones cardíacas

Así mismo, se reduce de manera significativa el riesgo de problemas coronarios, se reducen los niveles sanguíneos de glucemia en las personas diabéticas y se da una mejora en la capacidad pulmonar. Por último, hay una mejora a la hora de realizar esfuerzos y un beneficio en la calidad de vida en general (el proceso digestivo, el sueño y el estado de ánimo).

Desde un punto de vista bioquímico, el ejercicio aeróbico genera endorfinas en nuestro organismo. Este aspecto es de especial relevancia, ya que las endorfinas son moléculas generadas por nuestro cerebro y que producen un efecto de bienestar físico. Por este motivo, algunos deportistas “están enganchados” a la actividad física de tipo aeróbico (las endorfinas que producen les proporcionan un estado de felicidad y cuando no se ejercitan durante un tiempo sienten malestar físico).