Definición de Topacio

El topacio es un mineral con escasa presencia en la naturaleza. Se forma a partir de la cristalización del magma. Es un nesosilacato con una estructura en forma de tetaedro. Si bien su color más característico es el amarillo, también se presenta en otros colores, como el verde, el rosa o el azul. Su variedad de colores hace que fácilmente se confunda con otros minerales, por ejemplo con el cuarzo, la fenaquita, el zircón o el diamante. En cuanto a su dureza, tiene un valor 8 en la escala de Mohs (el talco es el mineral menos duro con un valor 1 y el diamante es el más resistente, con un valor 10).

Tradicionalmente el topacio ha sido empleado como piedra preciosa en la joyería, aunque en los últimos años también se utiliza en la esfera de la gemoterapia, el conocimiento que se basa en la supuesta energía de las piedras.

Etimología y presencia del topacio en la cultura

Desde el punto de vista de la etimología, la palabra topacio proviene del latín topazium, que a su vez es un préstamo del vocablo griego topazos. El primer testimonio de la palabra apareció en la Historia Natural de Plinio el Viejo en el siglo l d. C. Este historiador y naturalista romano atribuyó el nombre de esta piedra a la isla Topazos en el Mar Rojo (en la actualidad se denomina Zabargad o isla de San Juan y forma parte de Egipto).

Las piedras preciosas se han asociado a poderes sobrenaturales desde la antigüedad. En este sentido, los egipcios creían que el color del topacio era una característica que provenía de Ra, el dios del sol. Los griegos consideraban que este llamativo mineral tenía propiedades curativas y era beneficioso para la vista, el asma o para curar las hemorragias. También se utilizaba como amuleto o talismán. Hay que tener en cuenta que en el mundo antiguo la medicina estaba impregnada de una visión ocultista y esotérica. Por otra parte, en el Antiguo Testamento hay referencias al Templo de Jerusalén, que estaba adornado con piedras preciosas (zafiros, esmeraldas y topacios, entre otras piedras valiosas).

En la Edad Media se asoció el topacio con la fuerza mental y la creatividad de su portador. En el medievo se fue consolidando la cristalomancia, una técnica de adivinación que se fundamenta en la estructura y las características de las piedras preciosas (según la adivinación con cristales el topacio está relacionado con el liderazgo). En el siglo XlX se descubrieron yacimientos de esta piedra en Rusia y en pocos años los zares se aficionaron a lucirla en sus palacios. En la actualidad hay corrientes esotéricas que consideran que las piedras preciosas poseen energías positivas y al mismo tiempo tales energías se relacionan con las fuerzas del universo (el topacio azul potencia la espiritualidad y el topacio claro purifica las emociones).

Su variedad de colores ha creado más de una confusión (el topacio de Braganza del siglo XVlll hallado en Brasil y perteneciente a la Corono Portuguesa fue considerado inicialmente como un diamante).

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