Definición de Tórax
El tórax es el segmento superior del tronco, tiene forma de una pirámide con un vértice superior y base inferior, se encuentra delimitado por el esternón hacia a delante, la columna vertebral hacia atrás y las costillas a los lados. En su parte superior se relaciona con el cuello, mientras que en la inferior se encuentra separado del abdomen por el músculo diafragma.
Se encuentra delimitado por las costillas, conjunto de huesos con forma de arco que van desde la columna vertebral dorsal hasta el esternón formando una estructura en forma de caja que tiene como función brindar protección a las estructuras que se ubican en su interior, así como dar apoyo para la inserción de los músculos relacionados con el proceso de la respiración.
El tórax brinda protección a órganos vitales
El órgano más importante que se ubica dentro del tórax es el corazón acompañado por los grandes vasos sanguíneos, ocupando la parte media o mediastino que se ubica entre los dos pulmones. El corazón se encuentra recubierto por una membrana llamada pericardio que lo aísla de las estructuras vecinas.
El tórax brinda un armazón que protege a esta parte importante y vulnerable del sistema circulatorio, ya que cualquier lesión traumática de estas estructuras es capaz de ocasionar la muerte.
Otras importantes estructuras localizadas en el tórax son los pulmones, localizados a ambos lados del corazón, el esófago que este se dispone por detrás del corazón y por delante de la columna vertebral, así como trayectos nerviosos del sistema simpático y parasimpático, vasos linfáticos, ganglios linfáticos y los vestigios de una glándula del sistema endocrino llamada timo que suele atrofiarse en la edad adulta.
La estructura del tórax es necesaria para que ocurra la respiración
Los pulmones por su parte se disponen a ambos lados del corazón sobre el diafragma, recubiertos por una membrana llamada pleura que tiene dos hojas, una visceral que recubre a los pulmones y otra parietal que se adhiere a la cara interna de la pared torácica formada por los músculos y las costillas. Cada vez que el tórax se expande los pulmones son “estirados” permitiendo así la entrada del aire.
Los músculos intercostales que se disponen entre las costillas junto al diafragma permiten expandir el tórax generando una presión negativa que facilita la entrada de aire a los pulmones en un proceso llamado inspiración, cuando estos se relajan se favorece el proceso contrario, la espiración, en la que el aire sale de los pulmones hacia el exterior.
Fotos: iStock – oceandigital / Eraxion
Trabajo publicado en: Nov., 2015.
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