Definición de Trauma (en Psicología)
Licenciada en Psicología
Un trauma psíquico o psicológico hace referencia a una experiencia impactante, abrumadora o perturbadora que desborda la capacidad de los mecanismos psíquicos para tramitarla, impactando significativamente en el bienestar emocional y mental de una persona. Esto significa que el trauma psicológico no se limita a eventos extremos, sino que también puede surgir de experiencias aparentemente cotidianas que abruman los recursos psicológicos de una persona. En este sentido, lo que define el trauma psíquico no es solo el evento en sí, sino cómo la persona lo percibe y lo procesa emocionalmente.
Los efectos del trauma psíquico pueden perdurar a largo plazo y pueden manifestarse en forma de trastornos de estrés postraumático (TEPT) u otros problemas de salud mental. Los síntomas pueden incluir recuerdos intrusivos del evento traumático, pesadillas, evitación de situaciones relacionadas, cambios en el estado de ánimo, ansiedad y dificultades en las relaciones interpersonales.
Las experiencias traumáticas pueden variar ampliamente y pueden incluir eventos como abusos físicos o sexuales, accidentes graves, desastres naturales, violencia, pérdida de seres queridos, entre otros.
En resumen, la complejidad del trauma psíquico radica en que no solo está definido por el evento en sí, sino también por cómo la persona lo percibe y procesa emocionalmente. La interpretación subjetiva juega un papel crucial en la magnitud del impacto, destacando la importancia de considerar la individualidad en la experiencia del trauma.
Factores de Riesgo y Protección en el Trastorno de Estrés Postraumático
Los factores de riesgo y protección desempeñan un papel crucial en la vulnerabilidad de una persona al desarrollo del trastorno de estrés postraumático (TEPT). Múltiples factores pueden aumentar la probabilidad de desarrollar TEPT después de una experiencia traumática, incluidos antecedentes de trauma previo, la gravedad y la duración del evento traumático, la falta de apoyo social o familiar, y ciertos factores biológicos y genéticos. Además, las características individuales, como los rasgos de personalidad y los estilos de afrontamiento, pueden influir en la susceptibilidad de una persona al TEPT.
Por otro lado, los factores de protección, como el apoyo social, el acceso a recursos de afrontamiento saludables y una autoestima positiva, pueden amortiguar el impacto del trauma y reducir el riesgo de desarrollar TEPT. Aunque el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5) no enumera específicamente los factores de riesgo y protección para el TEPT, reconoce la influencia de factores contextuales en la expresión y la gravedad de los síntomas.
Consecuencias-efectos en el Sistema Nervioso
1. Hiperactivación del Sistema Nervioso Autónomo (SNA)
La investigación ha revelado que el trauma puede desencadenar una hiperactivación del Sistema Nervioso Autónomo (SNA). Esta respuesta puede manifestarse a través de una elevada frecuencia cardíaca, sudoración excesiva y cambios en la respiración. La hipervigilancia, caracterizada por una constante alerta ante posibles amenazas, es una consecuencia común. Entender cómo el trauma impacta en la regulación del SNA es esencial para desarrollar estrategias terapéuticas que ayuden a restablecer el equilibrio autonómico.
2. Cambios en el Eje Hipotalámico-Pituitario-Adrenal (HPA)
El eje HPA, que regula la respuesta al estrés y la liberación de cortisol, también se ve afectado por el trauma. Investigaciones recientes han identificado alteraciones en la función del HPA en individuos que han experimentado eventos traumáticos. Estas irregularidades pueden contribuir a la persistencia de síntomas como la hipervigilancia, los problemas de sueño y la dificultad para regular las emociones. La comprensión de estos cambios hormonales proporciona un punto de intervención crucial para los enfoques terapéuticos.
3. Disregulación Emocional y Respuestas de Lucha o Huida
El trauma a menudo resulta en una disregulación emocional, donde las respuestas emocionales son intensas e impredecibles. La amígdala, una región clave en el procesamiento emocional, puede volverse hiperactiva, contribuyendo a la respuesta de lucha o huida. La investigación ha destacado la importancia de abordar la desregulación emocional como parte integral del tratamiento del trauma, utilizando técnicas que ayuden a modular las respuestas emocionales y a restaurar la estabilidad emocional.
4. Plasticidad Neural y Reorganización:
A pesar de estos desafíos, la plasticidad neural también juega un papel en la recuperación. La terapia puede influir en la reorganización de las redes neuronales, promoviendo la adaptación y la resiliencia. Entender cómo las intervenciones terapéuticas impactan en la plasticidad cerebral ofrece una perspectiva optimista para el tratamiento, mostrando que es posible remodelar las respuestas del sistema nervioso y facilitar la recuperación.
Intervenciones terapéuticas
Abordar un trauma psíquico requiere un enfoque terapéutico integral que incluya tanto las dimensiones cognitivas como emocionales del sufrimiento. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), se centra en identificar y transformar los patrones de pensamiento y conducta negativos asociados al trauma. La TCC puede incluir técnicas como la reestructuración cognitiva y la exposición, con el objetivo de restaurar un sentido de seguridad y control. La Exposición implica confrontar gradualmente los recuerdos y las situaciones relacionadas con el trauma para disminuir la intensidad de las reacciones emocionales negativas. Esta modalidad puede llevarse a cabo individualmente o en grupo, y es especialmente útil para abordar la evitación y la ansiedad asociadas con el trauma.
Por otro lado, La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), se centra en ayudar a las personas a aceptar sus pensamientos y emociones relacionados con el trauma sin tratar de suprimirlos. En lugar de evitar el dolor, la ACT promueve la flexibilidad psicológica y el compromiso con los valores personales, facilitando así la reconstrucción de la vida después del trauma.
Trabajo publicado en: Feb., 2024.
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