Definición de Viento
El viento es un fenómeno meteorológico producido por causas naturales, al igual que la lluvia o la nieve y es el responsable del movimiento del aire en la troposfera, que es una de las cuatro capas en las cuales está divida la atmosfera terrestre y aquella fundamental a la hora de la respiración de los seres vivos. El encuentro de diversas presiones en diferentes áreas es la que produce la corriente de aire o viento.
Básicamente, el origen de los vientos está dado por los movimientos de traslación y rotación de la tierra, en tanto y a su vez, son los que también provocan importantes diferencias en cuanto a radiación solar, especialmente aquella de onda larga que es absorbida indirectamente por la atmósfera gracias a la propiedad diatérmica que ostenta el aire y que hace que la radiación solar solo caliente indirectamente la atmósfera ya que los rayos del sol pueden atravesarla pero sin llegar a calentarla. Pero los rayos de calor (infrarrojos) reflejados por las superficies terrestre y acuática son los que sí lograrán calentar el aire dando origen al movimiento del aire, o sea del viento.
También el desigual calentamiento del aire provoca diferencias en la presión que pueden a veces traducirse en vientos.
Tipos de vientos
De acuerdo a la escala o la dimensión del recorrido de los vientos, tendremos 3 distintos tipos de vientos: planetarios, locales y regionales.
Los planetarios se generan preeminentemente por los movimientos de rotación terrestre que origina a su vez el desigual calentamiento de la atmósfera, en tanto los regionales como los locales tendrán un origen similar a los anteriores pero estarán más que nada determinados por características que se dan en cada lugar en particular. Aún más y dependiendo del lugar estos tipos de vientos locales o regionales suelen ser más importantes que los de tipo planetario. Entre estos se cuentan: brisas marina y terrestre, brisa de valle, brisa de montaña, viento catabático y anabático.
En tato, también es posible encontrarse con vientos autóctonos de una zona geográfica particular, por ejemplo en Argentina nos encontramos
al Pampero, el Zonda y la Sudestada y en México el Norte.
Intensidad del viento. Tipos
Cuando el viento sopla bien fuerte durante un período corto o intermitente se lo denomina como ráfaga, justamente por esa rapidez con la cual se manifiesta y luego desaparece. Las turbonadas por su parte son vientos fuertes que duran muy poco, generalmente un minuto. En tanto, los vientos de larga duración disponen de diversas denominaciones en función de la fuerza que presenten, tal es el caso de: brisa, huracán, tifón.
Medición del viento
Existen diversos instrumentos que permiten determinar la dirección en la cual soplará el viento, entre ellos se distingue la veleta, un dispositivo que consiste en una cruz que gira y que tiene dispuestos los puntos cardinales; se colocará en los lugares más altos de la edificación y para el lado que gira sabremos en la dirección que sopla el viento.
El anemómetro es otro instrumento que permite medir lo mismo aunque es mucho más moderno que el anterior.
El viento, fuente de la energía eólica
Entre los beneficios del viento sin dudas debemos mencionar la capacidad de producción de energía, denominada formalmente como energía eólica. La energía eólica entonces es provocada por las corrientes de aire y en nuestros días tal energía es fundamentalmente empleada para producir energía eléctrica.
Cabe destacarse que la energía eólica se encuentra en abundancia en nuestra naturaleza y se trata de un recurso renovable, es decir, se logra de fuentes naturales e inagotables como es el viento en el caso que nos ocupa.
Otra de sus grandes ventajas es que se trata de una energía limpia, que afortunadamente contribuye en la disminución de la propagación de gases de efectos invernaderos, por caso, es que popularmente también se la llama energía verde.
Ahora bien, entre sus desventajas se debe citar la intermitencia que presenta el viento y que claro termina perjudicando el aprovisionamiento de esta energía.
Por otro lado, el viento ostenta una función muy importante y decisiva como agente de transporte, por ejemplo en el desplazamiento de las semillas que se siembran en el campo.
Desventajas del viento
Pero no todo es beneficio en materia de viento y por ello es importante mencionar que el viento, especialmente aquel que ostenta una velocidad y fuerza notable puede convertirse en una seria amenaza para la integridad de las personas y asimismo de las infraestructuras. En casos como por ejemplo los tifones, la velocidad que puede alcanzar el viento, más de trescientos kilómetros por hora, puede ser capaz de sacar de cuajo una casa y ni hablar de arrastrar a las personas. Muchas veces estos fenómenos climáticos inusuales suelen llegar acompañados de fuertes tormentas que complican aún más el panorama.
Trabajo publicado en: Ene., 2009.
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