Definición de Whisky

En español existen dos grafías que se corresponden con esta bebida alcohólica, ya que la RAE acepta whisky o güisqui de manera indistinta. A pesar de ello, la españolización del término es muy poco frecuente en el lenguaje escrito. Por otra parte, esta palabra inglesa también presenta dos grafías, ya que los americanos e irlandeses utilizan la denominación whiskey y el resto de naciones que hablan inglés emplean la palabra whisky.

Con respecto a su origen etimológico, proviene del vocablo gaélico «uisgebeatha», que literalmente quiere decir «agua de vida». En este sentido, es muy probable que el término uisgebeatha sea una adaptación al gaélico de la palabra latina aquavitae.

La versión escocesa es la que tiene mayor prestigio internacional

Antiguamente los escoceses se referían a esta bebida como «el agua de la vida» y en la actualidad se conoce como whisky. En cuanto a sus principales ingredientes, destacan dos: agua y cebada. Sin embargo, para lograr su característico sabor hay que seguir un complejo y lento proceso de elaboración.

En las destilerías centenarias de Escocia se elabora el whisky de manera muy artesanal. El primer paso consiste en remojar la cebada y esparcirla por el suelo del granero. Luego, los granos de cebada germinan y posteriormente brotan, por lo que los granos liberan una enzima que transforma el almidón en azúcar.

Para evitar que la semilla brote en exceso se emplea un horno de carbón por debajo del suelo donde se encuentra la cebada, que es calentada a 55 grados durante doce horas. Tras este proceso las semillas están muertas y se procede a machacarlas para que se conviertan en harina de moler.

En el siguiente paso, la harina se introduce en grandes trituradoras y se añade agua hirviendo. En esta etapa, las enzimas producidas en la germinación transforman el almidón de la cebada en azúcar. Transcurridas unas seis horas, se añade el líquido maltés azucarado y se deposita en grandes tanques. Posteriormente, el líquido azucarado se convierte en un líquido espumoso y este se lleva hasta los contenedores de cobre de las destilerías.

El calor que se produce en ellas hace hervir el líquido hasta que se logra un porcentaje de alcohol idóneo. Si el whisky resultante tiene el adecuado aroma, es introducido en barricas durante años hasta el momento final del embotellamiento.

Curiosidades sobre el whisky escocés

– El proceso de maduración en barriles tiene que durar un mínimo de 3 años para obtener su característico color dorado.

– Después de beber un sorbo en un vaso transparente se observa que el licor permanece pegado en el vaso y estas marcas son conocidas como «las piernas del whisky»,

– Las barricas están hechas con madera de roble, ya que de otra forma el sabor del whisky sería distinto.

– Los expertos consideran que el clima y el agua de Escocia son las claves del éxito de esta bebida alcohólica.

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