Definición de Zona Euro

Como su mismo nombre ya indica la zona euro o eurozona se refiere al conjunto de países de la Unión Europea que comparten una misma moneda, el euro. Desde el 1 de enero de 1999 las monedas tradicionales de Europa (la peseta, la lira, el franco y otras) dejaron de utilizarse para dar paso a la segunda moneda a nivel internacional despúes del dólar.

Si bien no todos los miembros de la UE comparten el euro (la corona danesa y la libra esterlina británica siguen funcionando de manera independiente, aunque en el caso de Dinamarca hay previsto un futuro referendum al respecto), el resto de países apostaron por la nueva moneda y un pequeño grupo de naciones en poco tiempo lo harán (por ejemplo, Estonia, Bulgaria, Letonia, Hungria y Suecia).

Razones de la moneda única

Históricamente Europa ha sido un continente con muchos conflictos internos (singularmente entre Francia y Alemania), pero al finalizar la Segunda Guerra Mundial se consideró que era necesario crear un fuerte vínculo entre las principales naciones del continente. Estos lazos de unión se han ido materializando desde la creación de la UE en una serie de acuerdos: con respecto al carbón y al acero, la supresión de aranceles, un parlamento común, una política de becas y de intercambio cultural, libertad de circulación de ciudadanos y de capitales, etc. Estos y otros avances han ido conformando una conciencia de ciudadanía europea, todo un logro si se compara con los permanentes enfrentamientos entre naciones a lo largo de la historia.

En la década de 1990 se entendió que era necesario consolidar la UE y por este motivo se propuso una moneda compartida como el euro y se creó el proyecto de la zona euro.

Ventajas e inconvenientes de una moneda única

Los analistas y economistas coinciden en señalar toda una serie de ventajas de la zona euro. En primer lugar, en un mundo cada vez más globalizado es necesario contar con una moneda fuerte que actúe como contrapeso del dólar. Se considera que es beneficioso para mantener un nivel de inflación moderado. Al mismo tiempo, se consigue una estabilidad con respecto a los tipos de cambio y una mayor transparencia en los precios. Esta estabilidad monetaria supone igualmente un incentivo para los inversores. Así mismo, no hay que olvidar algunos aspectos prácticos: los ciudadanos europeos pueden viajar con más facilidad en el propio continente y la actividad económica en general es más fluida.

A pesar de que las ventajas son evidentes, hay analistas que no están totalmente convencidos sobre la conveniencia del euro. En este sentido, algunos hacen hincapié en la pérdida de soberanía nacional y de autonomía financiera, puesto que el Banco Central Europeo es el organismo que impone los criterios que deben aplicarse sobre el euro y en relación con las medidas económicas de la Unión Europea. El sector de europeos contrarios a la moneda única y a la propia UE son conocidos como euroescépticos.

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