Significado de abuso de autoridad Definición, ejemplos y Ámbitos
Licenciada en Derecho
Definición formal
El abuso de autoridad implica ejercer el poder sobre un individuo desde un lugar de influencia para someter, obligar o forzar a hacer algo que éste no quiere, violando sus derechos individuales.
El poder como tal es proporcionado a nivel público por el estado, observando por ejemplo la figura de un policía o de un ministro, mientras que en el marco privado se lo puede apreciar en un maestro dentro de la educación privada o en el jefe de una empresa, considerando el cargo profesional y el poder adquisitivo.
Abuso de poder en el ámbito laboral
En el contexto laboral se pueden dar todo tipo de situaciones conflictivas. Una de ellas es precisamente el abuso de autoridad. Como pauta general esta circunstancia ocurre cuando un jefe adopta una actitud irrespetuosa o directamente ilegal hacia sus subordinados.
En una empresa hay normalmente un orden jerárquico que debe respetarse para el correcto funcionamiento de la actividad. En este contexto pueden darse circunstancias en las que un individuo con cierto poder intenta imponer su voluntad de una manera abusiva. Algunos ejemplos que ilustran esta realidad son los siguientes: el jefe que acosa sexualmente a una trabajadora, el responsable que da órdenes de forma despótica, el superior que obliga a los trabajadores a realizar actividades que no forman parte de sus funciones o cualquier imposición que vaya en contra de la legislación laboral.
Si bien estas circunstancias pueden constituir un delito, no resulta fácil que la persona afectada pueda presentar pruebas sobre su situación.
Ejemplos de situaciones en la educación
En el contexto escolar es relativamente frecuente el acoso escolar entre estudiantes. Sin embargo, en este contexto no hay un abuso de autoridad en un sentido estricto (el acosador y el acosado se encuentran en un mismo nivel). En la escuela hay abuso de autoridad cuando un docente adopta un rol que sobrepasa sus funciones educativas o formativas.
Los docentes que se aprovechan de su poder para abusar de sus alumnos suelen recurrir a diferentes estrategias: humillaciones verbales y psicológicas, actitudes despóticas, chantaje emocional o acoso sexual. Estas conductas son excepcionales y, de hecho, cuando se producen son consideradas escandalosas.
Excesos de autoridad en el ejército y en la policía
En el estamento militar el orden jerárquico se respeta de una manera rigurosa y, por lo tanto, la orden de un superior debe ser acatada y cumplida sin ningún tipo de vacilación. Si bien esta circunstancia forma parte de la esencia del ejército, se corre el peligro de que un militar pueda comportarse con un criterio poco respetuoso con sus subordinados. Por este motivo, en el derecho penal militar se contempla el delito de abuso de autoridad.
Un ejemplo típico en este sentido ocurre cuando un mando trata a un subordinado de manera humillante o degradante. Como es lógico, el acoso sexual o el castigo físico son igualmente formas de abuso de autoridad.
En los medios de comunicación aparecen con cierta frecuencia casos de policías que, aprovechándose de su situación de poder, se comportan de manera abusiva. Esta conducta es especialmente preocupante, ya que los miembros de los cuerpos policiales han sido formados para tratar a los ciudadanos de manera respetuosa y dentro del marco de la ley.
¿Por qué esta amenaza se centra en las minorías?
Las minorías son aquellos grupos que por su raza, creencia, género o clase, resultan menores en número de miembros en comparación con otros conjuntos sociales, y pueden verse afectados de manera más significativa, encontrándose en desventaje. Al ser considerados grupos de “menor influencia”, son manipulados más fácilmente, pues ellos mismos creen que no les asisten derechos, bien sea por estar en un país distinto al suyo o por no ser miembros de las masas.
Estas personas son discriminadas en el área social y laboral, negándoseles derechos inherentes a todas las personas, lo que se ve agravado por los despotismos de las autoridades, quienes los denigran, humillan y lesionan por, en su parco entender, no merecer estar o pertenecer a la sociedad, en las mismas condiciones que la mayoría se desenvuelve.
Ahora bien, desde el punto de vista psicológico estos abusos manifiestan los problemas psicológicos o mentales de quienes los cometen, puesto que sus acciones reflejan una baja autoestima, poca empatía y un mal desenvolvimiento en las relaciones con la sociedad. Asimismo, reflejan en estas personas, de las cuales pueden abusar resguardados en su dominio, las mismas “desviaciones o aberraciones” que les confieren a sus víctimas.
¿Cuáles derechos o bienes jurídicos públicos-privados flagela el abuso de poder?
Sin duda alguna, que en una sociedad donde el dinero, las influencias y el poder poseen una gran importancia, se allana el camino para que los abusos de poder estén presentes en el día a día. Muchas veces, se maneja tras bastidores el orden mundial establecido o se manipula los hilos de las decisiones que afectan a una gran cantidad de personas, por el bienestar de unos pocos.
Entre los derechos más vulnerados encontramos:
– La libertad
– La igualdad
– El derecho al libre transito
– A no ser detenido sin causa justa
– La seguridad personal
– La libertad de expresión
– El debido proceso
– La libertad de prensa
– El derecho a la vida y a la salud
– El acceso a la justicia, entre otros.
Estas acciones violentas son cometidas por funcionarios públicos, a quienes les fue encomendado el resguardo de la ley y los derechos de los ciudadanos.
En el mundo se denuncian y documentan a diario decenas de casos de abuso de poder, que van desde las torturas, las ejecuciones extrajudiciales, el uso excesivo de la fuerza, violaciones sexuales cometidas por funcionarios públicos o policiales, y hasta crímenes cometidos en contra de niños y adolescentes; todos estos enmarcados dentro de la arbitrariedad pública.
¿Qué puede o debe hacer un ciudadano ante el abuso de autoridad?
Quienes son víctimas por parte de cualquier autoridad, se enfrentan a la disyuntiva de qué se puede hacer para terminar con esta conducta y las consecuencias para sí y su entorno familiar.
Lamentablemente, tiene la característica de perpetuarse en el tiempo y sobre su víctima, de tal forma que llega a influir en todos los aspectos de su vida, creando desequilibrios emocionales y psicológicos.
Tomando en cuenta lo anterior, hay que considerar que es muy difícil para una persona que vive en suelo distinto al propio y que trabaja a veces en condiciones de abuso, saber qué hacer para protegerse contra estas injusticias. Y hasta cree, erradamente, que no le asiste o tiene ningún derecho o garantía, siendo esto totalmente falso puesto que cualquier persona posee derechos comunes y el Estado está en la obligación de respetarlos y garantizarlos.
Cuando se es objeto de abuso de autoridad, o se conoce de los mismos, se debe presentar denuncia de tales hechos ante los cuerpos de seguridad y ante las organizaciones que funcionan con este fin. Se debe buscar la asesoría adecuada y asegurarse que las denuncias sigan el proceso correspondiente, a estar presente y atentos a él, con la finalidad que se tomen las medidas correctivas necesarias, en aras de que se respeten los derechos de todos los ciudadanos del mundo.
Trabajo publicado en: Jun., 2019.
Ilustraciones: Henry, Sabelskaya
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