Definición de Autoridad Moral

Algunas personas son especialmente respetadas porque mantienen un comportamiento ejemplar o bien porque destacan por la conexión entre lo que dicen y lo que hacen. Estos individuos pueden convertirse en una autoridad moral para las personas que le rodean y para el conjunto de la sociedad.

En la mayoría de ámbitos profesionales hay una escala jerárquica donde uno o varios jefes ejercen el poder y, en consecuencia, tienen una cierta autoridad sobre sus subordinados. Esto no quiere decir que el máximo responsable de una empresa o entidad tenga autoridad moral, pues esta condición no depende de la escala jerárquica sino de las cualidades humanas del individuo.

Alguien con autoridad moral es quien se compromete con sus ideas y valores hasta sus últimas consecuencias

Es una persona que intenta ser coherente y, en consecuencia, no expresa contradicciones entre lo que hace y lo que dice. En síntesis, autoridad moral es un estatus que alguien posee por su trayectoria ética y por sus valores. Este rango se consigue siendo justos en las decisiones, adoptando una conducta honorable y realizando acciones orientadas al bien.

Un individuo corrupto, hipócrita y sin principios puede llegar a tener éxito en su vida personal y profesional, pero no tendría sentido que fuera considerado un referente moral.

Tres ejemplos históricos de autoridad moral que acabaron trágicamente

Sócrates promovió el debate filosófico entre los atenienses y defendió con pasión la búsqueda de la verdad y el respeto a las leyes.

Mahatma Gandhi fue el líder político que condujo a la India hacia la independencia. Fue un hombre pacífico que propugnaba la no violencia como arma que debía acompañar la desobediencia civil de su pueblo. Su actitud le llevó a la cárcel y a todo tipo de padecimientos. Llegó a ser el máximo líder de la India porque ejercía una autoridad moral sobre los demás.

Martin Luther King se opuso radicalmente a la segregación racial de los negros en Estados Unidos. Su posición firme era realmente incómoda y, de hecho, padeció todo tipo de amenazas.

En los tres personajes mencionados hay varias coincidencias: se guiaron por firmes convicciones, todos ellos fueron referentes morales para sus seguidores y los tres acabaron muriendo trágicamente (Sócrates fue obligado a tomar cicuta tras someterse a un juicio plagado de irregularidades y Gandhi y Luther fueron asesinados).

En la civilización de la Antigua Roma

Para los romanos la auctoritas era una virtud que poseían algunas personas o instituciones. Esta cualidad les otorgaba un cierto poder moral sobre el conjunto de la sociedad. En este contexto los miembros del senado debían ser individuos con honor, con sentido de la justicia y dignos de respeto.

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