Definición de Amanecer

La palabra amanecer es el término que mayormente empleamos para indicar el momento de la salida del sol sobre el horizonte, es decir, el amanecer es la aparición de la luz del día, este acontecimiento de la aparición de la luminosidad natural nos hace saber a las personas que ya ha amanecido y que se ha dado comienzo al día.

Salida del sol y comienzo del día

Una vez que el astro, en este caso el sol, atraviesa el plano del horizonte y pasa al hemisferio visible, pasando su altura astronómica de negativa a positiva y ubicándose la misma en cero, se estará ante el amanecer.

Cabe destacarse, que a lo largo del año el sol va modificando el lugar por el cual sale y también aquel por el cual se pone, así, en primavera y verano en el hemisferio norte sale entre el este y el norte siendo una declinación positiva, mientras que en otoño e invierno sale entre el este y el sur, siendo la declinación negativa.

En tanto, en el hemisferio sur la situación que se da es la inversa, en otoño e invierno sale entre el este y el norte y en las estaciones de primavera y de verano sale entre el este y el sur.

En las estaciones de la primavera y mucho más en el verano, el día dura mucho más y el amanecer se produce ciertamente temprano, alrededor de las cinco de la mañana, en tanto, empieza a oscurecer a las ocho de la mañana aproximadamente y dependiendo, claro está, de las posiciones en las que se hallen los lugares en cuestión.

Como consecuencia del fenómeno de refracción de la luz en la atmósfera terrestre genera que veamos luz, es decir, que el cielo se ilumine, aun cuando el sol no ha salido, tal situación se conoce como aurora, alba o crepúsculo matutino.

¿Qué es el crepúsculo?

El crepúsculo matutino es un intervalo que se produce antes de la salida o después de la puesta del sol que se caracteriza porque el cielo aparece iluminado.

Esto se genera porque la luz del sol ilumina las capas más altas de la atmósfera.

La luminosidad se expande hacia todas las direcciones a causa de las moléculas de aire, llegando así a los ojos de los espectadores.

Hay dos crepúsculos, el matutino que sucede antes que salga el sol y que se llama también amanecer, alba; y el vespertino que sucede tras la puesta del sol y se llama también ocaso.

También resulta frecuente encontrarse con el término orto para designar el amanecer.

En tanto, el concepto opuesto al amanecer es el anochecer, momento en el cual empieza a faltar la luz del día y viene la noche.

Inicio de algo

Por otra parte, en el lenguaje coloquial, es habitual que se emplee la palabra amanecer para expresar el comienzo de algo o cuando alguna cosa o cuestión comienza a manifestarse.

Título de muchas producciones artísticas

Y asimismo el término es el nombre con el cual se ha titulado una popular novela, más precisamente su cuarta parte, conocida como Crepúsculo y escrita por la autora Stephanie Meyer.

La obra fue adaptada al cine logrando una impresionante repercusión que la llevó a convertirse en una de las sagas más taquilleras de la historia del cine.

Está estelarizada por los actores Robert Pattinson, Kristen Stewart y Taylor Lautner y cuenta una historia de ficción en la cual hombres vampiros y lobos se vinculan con seres humanos y nacen amores, desamores y odios.

Pero la mencionada no es la única película que lleva ese título hay un montón de otras obras artísticas que se llaman de este modo, libros, obras plásticas, entre otros y que justamente utilizan esta designación como consecuencia de la ligazón de su historia con este particular momento.

Un momento digno de apreciar por su belleza natural

No podemos soslayar al abordar este tema que el momento del amanecer despierta un especial interés entre las personas que gustan mucho de apreciarlo en el momento que se produce, especialmente cuando se haya en lugares especiales, bien abiertos, como por ejemplo la playa, donde se puede apreciar la belleza de ese instante natural en su máximo esplendor.

Es un tiempo corto, aproximadamente ocho minutos, los que tardan los primeros rayos del sol en alcanzar el horizonte, y viajan a la impresionante velocidad de trescientos mil kilómetros por segundo, un auténtico espectáculo para la vista, que aunque mayormente estamos dormidos muchos de nosotros cuando ocurre, alguna vez, debemos tomarnos el tiempo de poder apreciarlo.