Definición de Anarcocapitalismo

Propone una corriente extrema de libre mercado, eliminando por completo el papel del estado, entregando la responsabilidad absoluta de gestión al sector privado en áreas tan sensibles como la salud o la seguridad, lo cual en cierta medida sucede en países como Estados Unidos, España, México, Brasil o Chile, a partir de la precarización de los servicios proporcionados por el gobierno de turno.

El estado es el enemigo

Los partidarios de esta doctrina económica, conocidos también como capitalistas libertarios, comparten con los anarquistas clásicos una idea: el rechazo a cualquier estructura de poder coercitivo. La aversión al poder se plasma en ambas doctrinas en una crítica al estado.

Desde los postulados anarcocapitalistas la gestión de los bienes públicos por parte del estado es un freno a la creatividad empresarial. Así mismo, rechazan cualquier forma de estatismo porque las instituciones públicas actúan como una barrera contra la libertad de los individuos y porque la tendencia natural del estado genera corrupción.

Consideran que tanto la moralidad de la sociedad como la eficiencia económica mejorarían notablemente si el estado dejara de existir.

Más allá del liberalismo

Según la doctrina liberal clásica la libertad individual es un valor moral que debe preservarse por encima de todo y, por lo tanto, los gobiernos tendrían que actuar de tal forma que no interfirieran en el pleno desarrollo de la libertad (un gobierno solo debería actuar para evitar el daño de unos individuos sobre otros). En contra de las doctrinas socialistas, el liberalismo aboga por el individualismo y la protección de la propiedad privada, por lo que se rechazan las propuestas colectivistas o cualquier estrategia intervencionista por parte del estado.

Así mismo, los liberales consideran que la igualdad ante la ley es la herramienta que permite garantizar el desarrollo de los intereses individuales.

Para los anarcocapitalistas, los principios liberales son válidos pero al mismo tiempo insuficientes, ya que presuponen una cierta intervención del estado y la existencia de un aparato burocrático que inevitablemente acaba condicionando la iniciativa individual. En síntesis, los partidarios de esta doctrina son liberales radicalizados.

La privatización de los servicios públicos

En la mayoría de naciones hay un equilibrio entre lo público y lo privado. De esta manera, el estado se ocupa de mantener unos servicios públicos para el conjunto de los ciudadanos y, paralelamente, las empresas proporcionan otros servicios y productos en un contexto de libre mercado.

En el modelo anarcocapitalista no existiría dicho equilibrio y todos los servicios públicos serían privatizados (los tribunales de justicia, el ejército, la policía, el sistema de carreteras o los bomberos también formarían parte de las privatizaciones).

En el modelo libertario capitalista no habría impuestos y los ciudadanos tendrían que llegar a acuerdos para satisfacer sus necesidades. En síntesis, en una sociedad anarcocapitalista el libre mercado sería el marco general de referencia y los individuos se organizarían a partir de sus intereses particulares de manera totalmente voluntaria.

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