Significado de biocombustibles Definición, ventajas e inconvenientes
Definición formal
Los biocombustibles son combustibles constituidos sobre la biomasa de material orgánico, por ejemplo del trigo o de la soja, con capacidad renovable.
Esto se plantea en una primera línea de desarrollo y existe una segunda a partir de materia sostenible que engloba energías producidas sobre elementos que necesitan un mayor control y acompañamiento en relación a su utilización como el combustible de algas.
Alternativa a los combustibles fósiles
El petróleo, el gas natural y el carbón que usamos como combustibles necesitaron millones de años para su formación. Todos ellos surgen de las profundidades subterráneas y no son renovables.
En cambio, los distintos biocombustibles se obtienen de vegetales, como el trigo, el maíz, la caña de azúcar o la soja. Todos estos cultivos son renovables y, en consecuencia, suponen un complemento o una alternativa viable al uso de los combustibles fósiles. Sus aplicaciones son muy amplias: para la generación de energía eléctrica, para la calefacción de los hogares y como combustible para los medios de transporte.
El bioetanol y el biodiesel son generados a partir de materia biológica y ambos se pueden usar con diferentes tipos de motores (el bioetanol con vehículos de gasolina y el biodiesel con vehículos con motores diésel).
Principales ventajas
Desde un punto de vista medioambiental el uso de biocombustibles es positivo porque permite una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, todo el carbono que se libera en la producción de biomasa proviene de la atmósfera y está relacionado con el proceso de fotosíntesis de los vegetales.
Por otra parte, permiten la reutilización de residuos y esta circunstancia disminuye el impacto ambiental negativo (por ejemplo, la basura se puede utilizar para la producción de biogás). No hay que olvidar que el desarrollo de combustibles biológicos favorece la disminución de la contaminación del agua de los ríos o del subsuelo.
Desde un punto de vista social, favorecen la generación de empleo (por ejemplo, en la producción de materias primas o en la fabricación de biocarburantes). No hay que olvidar, por último, que todas estas alternativas contribuyen al mantenimiento de las poblaciones rurales.
Principales inconvenientes
En algunos casos específicos, el uso de estas fuentes de energía puede contribuir negativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto es lo que sucede con la producción de bioetanol a partir del cultivo de cereales.
Al mismo tiempo, se puede llegar a producir un impacto medioambiental, tal y como sucede en los procesos de deforestación. Así, la tala de bosques naturales para la formación de biocombustibles sólidos proporciona más daños que beneficios.
Por último, estas alternativas energéticas pueden contribuir a la disminución de la biodiversidad. Esto es lo que ocurre con los monocultivos de grandes plantaciones promovidos por grandes empresas o terratenientes.
Trabajo publicado en: Mar., 2019.
Ilustraciones: Xreflex, Shooter
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