Definición de Bostezo

Se produce un bostezo cuando abrimos la boca en señal de cansancio, en el momento de despertar o al sentir aburrimiento por algo que no nos interesa. Por otro lado, el bostezo es un gesto contagioso y cuando alguien lo realiza es muy probable que una persona cercana imite esta conducta.

No se trata de una acción exclusivamente humana, ya que algunas especies animales también tienen este hábito.

Los científicos intentan dar una explicación sobre el bostezo

Si bien los científicos no saben con exactitud cuáles son los mecanismos cerebrales asociados a la acción de bostezar, es evidente que esta costumbre está directamente relacionada con el sueño. Hay dos momentos preferentes del día en el que se realiza esta acción: al despertar y antes de dormir.

Se cree que probablemente el bostezo esté asociado a la necesidad de ventilar el cerebro. De esta manera, al abrir la boca se introduce aire frío en el cuerpo y este mecanismo ayuda a incrementar el nivel de oxígeno en el cerebro. En otras palabras, bostezamos para que nuestro cerebro se mantenga alerta.

Desde otro punto de vista, se considera que el bostezo contagioso es un mecanismo inconsciente para generar empatía con los demás. Según otras explicaciones, el bostezo no es más que un acto reflejo que proviene de nuestra etapa en el seno materno (los fetos bostezan porque así se facilita la respiración).

En algunos casos, el bostezo puede ser una señal de aviso de un ataque al corazón. Así mismo, las personas con epilepsia o con esclerosis múltiple tienden a bostezar con cierta frecuencia.

Un gesto de mala educación

Si una persona bosteza encontrándose en su ámbito familiar, esta conducta no tiene una connotación negativa. Sin embargo, en el trabajo o en un acto público, se trata de un gesto grosero y poco educado. No hay que olvidar que este gesto expresa aburrimiento, falta de interés, apatía o cansancio.

Otras conductas contagiosas y las neuronas espejo

El bostezo es muy contagioso y cuando alguien lo realiza es muy probable que otra persona cercana le imite.

Algo parecido ocurre con la tristeza, la risa o el estrés. Los científicos que estudian el cerebro humano afirman que este mecanismo de imitación se debe a las llamadas neuronas espejo. Estas neuronas se activan en humanos y en algunos animales al observar la conducta de otros individuos. Las neuronas espejo reflejan las sensaciones de los demás y hacen que podamos sentir sus vivencias de una forma semejante.

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