Definición de Canonización

La iglesia católica considera que el legado de algunas personas merece un reconocimiento especial por la vida que han llevado. Este reconocimiento es conocido como canonización. Así, el hecho de que alguien sea canonizado implica que de manera oficial la iglesia católica le proclama como modelo de conducta y como referencia moral y espiritual para el resto de católicos.

En los primeros siglos de la era cristiana los mártires destacaron por su integridad y valentía

El mayor tributo que podía recibir un mártir era mencionar su nombre en el canon de la misa, es decir, la parte central de la celebración de la misa. De esta manera, la veneración de los fieles hacia los mártires conforma el origen de la canonización.

Durante siglos la iglesia católica no aplicó unas normas estrictas para la canonización, pues era suficiente la fama del mártir para conseguir este tributo

En este sentido, las personas canonizadas eran normalmente misioneros, monarcas cristianos, obispos o fundadores de órdenes religiosas.

Desde un punto de vista histórico, la primera canonización oficial de la Iglesia católica se produjo en el año 993 y fue Ulrico de Augsburgo quien fue declarado santo.

El proceso de canonización en la actualidad está sujeto a unas normas estrictas

Para que alguien sea reconocido con esta distinción es necesario que se cumplan una serie de requisitos:

1) el proceso de documentación para acreditar oficialmente la santidad de alguien no debe empezar nunca antes de los cinco años desde su muerte y esta norma general solo puede romperse por decisión del Papa (por ejemplo, la Madre Teresa de Calcuta fue canonizada a los tres años porque así lo dispuso Juan Pablo ll),

2) la propuesta de la canonización debe presentarse ante el obispo diocesano del lugar donde falleció el candidato y en dicha propuesta se debe documentar la biografía del candidato, así como una lista de posibles testigos que podrían acreditar las cualidades excepcionales del candidato (esta etapa del proceso es conocida con el nombre de investigación diocesana),

3) durante el tiempo que dura el proceso, la iglesia nombra a un relator, que es el encargado de supervisar todo lo relativo a la documentación de la canonización y

4) tras finalizar su trabajo, el relator presenta sus conclusiones a una comisión de teólogos expertos, quienes deberán aprobar o desaprobar la canonización del candidato.

En algunos casos, después del reconocimiento de canonización se produce el de beatificación. La persona beatificada se convierte en un beato.

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