Definición de Compañerismo
Título de Prof. en Psicología
El compañerismo refiere a una actitud de buena predisposición y solidaridad con los compañeros, es decir, con los pares con quienes se forma un vínculo, grupo, equipo o comunidad. Estos pueden ser compañeros escolares, laborales, de estudio, de juegos, amorosos; siendo lo que tienen en común que comparten una finalidad, en relación al trabajo, estudio, amistad, amor.
El compañerismo es una virtud muy importante en las relaciones interpersonales y favorece al grupo en su conjunto, permitiendo el progreso, la eficiencia y/o la unión. Por ejemplo: “El equipo ganó el torneo porque entrenaron de forma disciplinada y constante, pero fundamentalmente por el compañerismo que circula entre sus miembros”.
Buenos y malos compañeros
Los buenos compañeros (que poseen la cualidad del compañerismo) siempre están dispuestos a ayudar al otro, a escuchar distintas voces en un asunto, buscan soluciones que favorezca a la mayoría y ponen lo mejor de sí para llevarse de manera cordial, generando un clima agradable.
Son aquellas personas con las que uno disfruta compartir el espacio laboral. Por ejemplo: “Lo mejor de mi empleo son mis compañeros, nos llevamos muy bien y buscamos trabajar en equipo para lograr objetivos comunes”.
En oposición, los malos compañeros son egoístas y/o competitivos, no piensan en los sentimientos de los demás, se cierran en su forma de pensar y hacen del ambiente algo hostil e incómodo, lo que produce rechazo. Tampoco les interesa si hacen daño a otros para obtener ventajas o ascender en un puesto.
Estos individuos hacen del trabajo un sitio del que queremos huir. Por ejemplo: “Mi profesión me encanta, pero en mi actual trabajo mis compañeros son muy conflictivos y eso me produce angustia”.
Beneficios de ser un buen compañero
El compañerismo hace bien a los demás y a uno mismo, pues el vínculo se carga de positividad (entendimiento, escucha, respeto, amabilidad, solidaridad), lo que resulta en una mejor chance de lograr las metas personales y comunes a todos. Si estamos contentos con nuestro entorno, trabajamos mejor, más rápido y con mejores resultados.
Por ejemplo: “Ulises se desempeña mucho mejor en sus tareas administrativas desde que comenzó en un nuevo lugar de trabajo, donde reina el compañerismo”.
Si bien el compañerismo está bien valorado en algunos ámbitos laborales, otros prefieren incentivar la competencia. El compañerismo, así como la competencia, pueden ser dos estrategias distintas, para un mismo objetivo: lograr mayor productividad de los empleados, ya sea por medio del apoyo mucho o a través de la competitividad.
Compañerismo en el aula
El compañerismo en la educación de los niños es muy importante, en el aprendizaje de aptitudes, conocimientos y habilidades sociales, ya que la escuela los prepara para el mundo adulto. Es decir, no solamente en la escuela se aprenden lengua y matemáticas -no por ello menos importante-, sino también cómo debemos tratar a los otros y qué normas hacen a una buena convivencia.
Los estudiantes pueden establecer entre sí formas diversas de relacionarse, lo cual responde a sus personalidades, a la grupalidad y a los ideales que promueve el centro educativo.
Por ejemplo: “En la escuela de Joel todos se llevan muy bien, mientras que en la escuela de Renata hay muchas situaciones de acoso”.
El docente a cargo de la enseñanza y todos los actores de la institución son responsables de la transmisión de esta actitud, luchando al mismo tiempo contra el bullying, es decir, el acoso contra uno, algunos o un sector de estudiantes, por parte de otro u otros.
Compañerismo en el amor
En los vínculos amorosos donde hay compañerismo, la relación tiene más probabilidades de constituirse en una relación fuerte, sana y duradera.
Hay muchas formas en las que se manifiesta el compañerismo en el amor como, por ejemplo, apoyar al otro en sus proyectos personales, cuidarlo cuando se enferma, repartirse las tareas del hogar de manera equitativa, validar las emociones y formas de pensar distintas.
En este sentido, muchas parejas eligen llamar a su partenaire “compañero o compañera”, para enfatizar la relación de simetría y compañerismo que los une.
En una relación sana no existe la violencia (física, psicológica, patrimonial, sexual, etc.), sino el respeto, la escucha y el compañerismo, lo que favorece la salud mental y el bienestar de quienes la integran. Es por ello que es importante educar a la sociedad en contra de la violencia y a favor de la construcción de vínculos sanos.
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Art. actualizado: Oct. 2022; sobre el original de febrero, 2010.
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