Definición de Crímenes de Odio
Muchos crímenes están relacionados con intereses económicos o con el afán de venganza. En las últimas décadas en el marco jurídico se ha incorporado otro tipo de crímenes, aquellos que se cometen por odio.
Esta modalidad de crimen se presenta de varias formas: agresiones contra la integridad personal, violencia física, campañas de desprestigio basadas en el insulto, etc.
Las víctimas del odio
Las personas con tendencias sexuales no convencionales, los grupos étnicos minoritarios o los extranjeros son las víctimas más comunes de esta modalidad delictiva.
Si bien la intolerancia hacia estos colectivos es tan antigua como la humanidad, la etiqueta de crímenes de odio (hate crime en inglés) se empezó a utilizar en la década de 1980 en Estados Unidos, cuando en algunas ciudades se produjeron agresiones contra minorías étnicas y el principal motivo de estos actos violentos fue el origen racial.
En este contexto se empezó a hablar de la intolerancia hacia todos aquellos individuos o grupos que eran víctimas del odio. Con el paso del tiempo, en la legislación de algunos países se introdujo la figura jurídica de crímenes de odio.
El origen de estos crímenes se encuentra en la intolerancia y los prejuicios sociales
No hay una única causa que explique este tipo de comportamientos. Sin embargo, sí es posible hablar de dos factores determinantes: la intolerancia y los prejuicios sociales.
Alguien es tolerante cuando respeta las opiniones, creencias o inclinaciones de los demás. Si una persona heterosexual afirma que es tolerante con aquellos que son heterosexuales, su actitud no es realmente tolerante, pues la idea de tolerancia debe aplicarse al que es diferente por algún motivo.
En otras palabras, un heterosexual será verdaderamente tolerante si acepta con naturalidad que los demás tengan otras inclinaciones sexuales distintas a la suya. En una sociedad en la que la intolerancia sea habitual, el crimen también será habitual.
Los prejuicios hacia todos aquellos considerados distintos son un peligro potencial que puede desembocar en delitos y crímenes inspirados en el odio. A lo largo de la historia el mecanismo del prejuicio (tener una opinión previa y a partir de ella juzgar a los demás) ha servido para atacar a todo tipo de grupos o colectivos: a los judíos, a los masones, a los extranjeros, a los homosexuales, a los gitanos, a los negros, a los blancos, a los comunistas o a los anti comunistas.
La lista de quienes han sido víctimas de los prejuicios podría ser interminable
En cualquier caso, los prejuicios funcionan de una manera irracional porque solamente se puede juzgar algo después de conocerlo y no antes. Si los prejuicios se instalan en el conjunto de una sociedad, es muy probable que en algún momento se produzcan crímenes de odio.
Fotos: Fotolia – Focus Pocus LTD / Jonathan Stutz
Trabajo publicado en: Ago., 2017.
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