Definición de Cultura Teotihuacana

Se tiene constancia de la Cultura Teotihuacana a través de los restos hallados en el territorio del Valle de Teotihuacan, una región al noroeste de México. Estos restos son del siglo lV a. C y están relacionados con la población agrícola que habitó esta zona hasta el siglo lX de nuestra era.

Los estudiosos de la cultura Teotihuacana no conocen de dónde provenían sus pobladores y cuál era su idioma, sin embargo la hipótesis más aceptada defiende la idea de que procedían de la zona del Golfo de México. En cuanto al término Teotihuacan, su significado alude al lugar donde habitan los dioses y se sabe que esta palabra fue utilizada por los aztecas en la lengua náhuatl durante el periodo precolombino.

Principales características

Teotihuacan era un centro urbano rodeado de tierras fértiles y abundantes materias primas, especialmente la arcilla y la obsidiana. Teotihuacan se convirtió en un lugar destinado principalmente a las ceremonias religiosas y en la ciudad había nobles, artesanos y agricultores.

El núcleo urbano tenía amplias calzadas y las construcciones eran de adobe recubierto de piedra y con adornos de formas geométricas coloreadas en rojo, el color predilecto de esta civilización. Entre los restos arqueológicos destacan las pirámides con plataformas escalonadas (la pirámide dedicada al Sol es la segunda más grande de México y estaba destinada a sacrificios y ofrendas para los dioses).

Los restos hallados permiten saber que los pobladores de esta región conocían la escritura ideográfica y tenían conocimientos matemáticos y astronómicos. El gobierno estaba dirigido por la clase sacerdotal que dominaba a los otros pobladores. En cuanto a sus creencias se sabe que eran politeistas y creían en divinidades relacionadas con la fertilidad, la lluvia, el viento o la muerte.

La actividad productiva se basaba en un sistema agrícola de riego, en la caza, en la pesca y en el trueque como forma de intercambiar de productos.

Las investigaciones arqueológicas apuntan a que Teotiuacan fue un territorio en el que convivían los mixtecas, los nahuas, los mayas y los zapotecas. La Cultura Teotihuacana fue extendiéndose más allá de sus territorios originarios, pero su expansión no se debió a motivos militares sino más bien a razones religiosas y comerciales.

Primeros testimonios escritos de la Cultura Teotihuacana

El franciscano español Bernardino de Sahagún habitó esta región de México en el siglo XVl y durante años estuvo trabajando en su principal obra, «Historia general de las cosas de Nueva España». Este misionero aprendió la lengua náhualt y realizó una detallada investigación de las distintas culturas indígenas.

Su objetivo era evangelizar a sus pobladores, pero para convertirlos al cristianismo era necesario conocer a sus dioses y su cultura. A través de los textos de Bernardino de Sahagún ha sido posible conocer algunos de los mitos de su cultura, como por ejemplo el nacimiento del Quinto Sol en la ciudad de los Dioses.

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