Definición de Debate

Se produce un debate cuando varias personas confrontan sus distintos puntos de vista en relación con un asunto determinado, tiene un carácter argumentativo, está dirigido generalmente por una persona que asume el rol de moderador para que de este modo todos los participantes en el debate tengan garantizada la formulación de su opinión y aunque no se trata de una disputa que busca un ganador, sino más bien de poder conocer las distintas posturas sobre un determinado tema, normalmente, siempre se habla de quien lo ha ganado. En tanto, esto último se medirá por quien mejor sostenga una idea, más que por el que tenga la razón. Palabras como polémica, controversia o discusión son espejos que pueden identificarse.

Un debate generalmente tendrá lugar cuando sea necesario dar a conocer o defender las opiniones sobre un tema determinado o para facilitar la decisión por alguna postura. Atendiendo a estos dos objetivos es que normalmente los debates son muy utilizados y también se han convertido en el último tiempo en las grandes estrellas de cualquier campaña política en cualquier país del mundo, ya que a través de estos los ciudadanos tienen la posibilidad de ver frente a frente a los candidatos que se presentan para un mismo cargo, como puede ser el de presidente de un país, discutiendo y presentando sus plataformas políticas. Y lo más importante, si es que el mismo se realiza por televisión y en vivo, también uno podrá ver las reacciones, los modos y las emociones de estos.

Distintos contextos en los que hay algún tipo de debate

En el ámbito parlamentario los representantes de una nación plantean propuestas e iniciativas. Entre ellos se produce un debate de ideas, pues cada opción política defiende sus posiciones a partir de unos ideales y valores.

En la vida cotidiana el debate presenta un amplio abanico de opciones: discusiones familiares, polémicas entre amigos, posiciones enfrentadas en el contexto laboral, etc.

El concepto de debate no debe entenderse exclusivamente como una discusión verbal, ya que en las redes sociales también tienen lugar todo tipo de intercambios de ideas. En este sentido, los usuarios de twitter pueden polemizar con sus mensajes sobre asuntos de distinta naturaleza.

En los medios de comunicación existen diferentes modalidades de debates: tertulias de periodistas, programas en los que se confrontan posiciones diferentes, etc.

Buenas y malas prácticas

Si el intercambio de ideas y puntos de vista se realiza con tolerancia, todo debate puede ser enriquecedor. En este sentido, en ocasiones los debates incorporan la figura de un moderador para que las posturas enfrentadas se expongan respetuosamente.

Hay ciertos comportamientos que no deberían producirse. No es aceptable que en una polémica se recurra al insulto y a la descalificación personal. Por otro lado, las posturas intransigentes, los prejuicios y las interrupciones son estrategias que dificultan y empobrecen la confrontación de las ideas.

Al margen de las buenas y malas prácticas, solamente hay un debate de ideas en el seno de una sociedad democrática donde se respete la libertad de expresión. De esta manera, el pensamiento sectario, las dictaduras, el clima social de intolerancia, el pensamiento único, el fanatismo o el dogmatismo son algunos de los enemigos del debate.

Debates importantes en el mundo global

La agenda internacional está marcada por una serie de polémicas que afectan al conjunto de la población mundial. Entre ellas podemos destacar los siguientes: las emisiones de efecto invernadero, la revolución tecnológica, el crecimiento sostenible de la economía o el terrorismo. Cada uno de estos temas presenta múltiples perspectivas y en todos ellos se produce un permanente debate.

Como somos muuuy buenos aquí en Definición ABC, señores políticos, u otros que quieran lucirse en un debate, deberán seguir algunas de las siguientes recomendaciones: escuchar al otro antes de responder, ponerse en su lugar, ser concreto y breve, saber imponer el propio punto de vista, no subestimar al contrincante, ser tolerante, evitar la burla y el querer imponerse a través de los gritos, practicar y ejercitar la voz para que el público pueda entenderlos, observar formalidad al hablar, acompañar la crítica siempre de una propuesta y mostrarse seguros.