Definición de Divorcio Exprés

En la mayoría de casos, un divorcio supone una cierta crisis personal y toda una serie de gestiones y trámites que pueden demorarse en exceso. Así, para simplificar y agilizar el papeleo y los procesos burocráticos, en los últimos años se ha incorporado el procedimiento legal conocido popularmente como divorcio exprés.

Consideraciones generales sobre este procedimiento

En primer lugar, hay que indicar que su denominación en términos legales es otra, concretamente divorcio incausado.

El divorcio exprés o incausado se aplica en aquellas sentencias judiciales en los que no es aplicable una causa que justifique la disolución del matrimonio. En otras palabras, cuando no hay una causa o un motivo de divorcio (por ejemplo, el adulterio, la violencia en la convivencia y otras razones que pueden justificar el divorcio). Así, cuando no hay una causa mayor que motive el divorcio sino que la pareja decide romper el matrimonio porque simplemente ha dejado de amarse y quiere divorciarse.

Si un matrimonio quiere romper su vínculo porque una de los miembros así lo quiere, ya es posible el divorcio sin necesidad de alegar una causa que lo justifique. Es en estos casos cuando es aplicable el divorcio exprés.

En aquellos países en los que existe este procedimiento legal los trámites de disolución matrimonial son relativamente rápidos y por este motivo se utiliza el calificativo de exprés. Cuando el matrimonio se disuelve por el procedimiento ordinario los trámites judiciales on lentos y pueden demorarse incluso años. Por otra parte, el procedimiento tradicional incorpora otro inconveniente: la necesidad de acreditar la razón que justifica el divorcio.

El divorcio exprés y el concepto de matrimonio

El matrimonio ha sido tradicionalmente una institución muy sólida. De hecho, el divorcio es una posibilidad relativamente reciente, pues hasta hace poco tiempo se consideraba que el matrimonio tenía una dimensión «sagrada» y, en consecuencia, era indisoluble.

Esta consideración ha perdido sentido en las últimas décadas y, por lo tanto, el divorcio exprés es una respuesta legal a la idea de matrimonio actual. En este sentido, el divorcio exprés implica reconocer que uno de los cónyuges ya no quiere vivir en pareja y su voluntad es suficiente para que lo pueda hacer, pues no es necesaria una causa superior.

Desde el punto de vista de la reflexión jurídica, muchas crisis matrimoniales del pasado estaban asociadas a la «obligatoriedad» del matrimonio o la necesidad de justificar su disolución. El divorcio exprés es considerado un avance social y un reconocimiento legal a la voluntad individual.

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