Definición de Educación Infantil

Se llama Educación Infantil al ciclo de estudios inmediatamente anterior a la educación primaria obligatoria que se inicia en los establecimientos educativos a la edad de seis años.
Quienes asisten a la educación infantil son por supuesto niños más pequeños, cuyas edades oscilan entre los 3 y 6 años.

Educación que se imparte a los niños bien pequeños, desde lactantes hasta los cuatros años y que tiene la misión de educar y socializarlos sobre los pilares del juego y la inclusión

También denominada en algunas partes del mundo como educación inicial, consiste en una disciplina de estudios que se orienta exclusivamente a educar y socializar a los más pequeños, desde meses hasta los tres o cuatro años.

La misma es llevada a cabo en instituciones educativas especializadas y que gozan de un estricto control por parte de las autoridades correspondientes como consecuencia que se ocupan de niños realmente pequeños.
Pueden llamarse también jardines infantiles, maternales, o guarderías.

Está basada en dos pilares fundamentales, que la madre pueda regresar o incorporarse al mundo laboral luego de dar a luz, y su necesidad, por caso, de delegar el cuidado y enseñanza de su hijo a personal especializado, y por otro lado a la relevancia que los niños reciban educación normalizada desde temprana edad, algo que será de vital relevancia para sus futuros.

A la población infante que recibe este tipo de educación se la puede subdividir en: lactantes que va hasta los dos años, y maternales, que se ocupan de los niños de entre dos y cuatro años, por supuesto cada una tendrá sus propias características y demandas determinadas por las edades.

Características y objetivos

La educación Infantil concibe al niño como un ser que dispone de características especiales, propias y que se hallan en un momento bastante particular del desarrollo, es decir, se trata de un niño único biológicamente y que tanto psíquica como socialmente también resulta ser diferente e irrepetible al resto de sus pares, mientras tanto su desarrollo es continuo y muy veloz y por tanto las acciones dirigidas a su formación deberán tener en cuenta estos aspectos especiales.

Será justamente en este ciclo que los niños aprenderán a comunicarse, interactuar y jugar con sus pares, casi por primera vez, porque recordemos que hasta ese momento los niños se han encontrado bajo la exclusiva tutela y presencia de sus padres y de su entorno familiar más cercano, por tanto, este nuevo contacto además de proponer nuevas reglas de comportamiento, incorporación de nuevos conocimientos, también implicará el descubrimiento de nuevos roles.

La educación infantil propone la figura de la maestra como el centro y punto de referencia de las consultas, las demandas y hasta de los afectos, porque ella, a partir de diferentes actividades, motivará a los niños en la nueva etapa de aprendizaje fuera de casa.

Normalmente se le suelen ofrecer a los niños diferentes materiales para que puedan manipularlos y así a través de ellos ejercitar cuestiones como el lenguaje, el vocabulario, las palabras, el arte, la música y hasta la conducta social.

Ahora bien, cualquier actividad que el niño lleva a cabo en estos institutos educativos infantiles está regida y marcada por el juego, es decir, todo está asociado a lo lúdico; se tratará con esto que todas las actividades, el niño, las perciba como un juego, que es a lo que está más familiarizado y por caso es lo más efectivo a la hora de vehiculizar aprendizaje.

Otro pilar sobre el cual se erige este tipo de enseñanza en la actualidad es la pedagogía que incluye, es decir, no excluir a nadie y respetar la diversidad que en los planos cultural, religioso, económico o social puedan presentar los niños que participan.

Asimismo, en los últimos tiempos, la educación infantil no ha estado ajena al desarrollo de las nuevas tecnologías y tanto es así que la enseñanza de la computadora es parte integrante del ciclo, así como también los idiomas extranjeros de mayor difusión, como ser el inglés, español y francés.

Y en lo que respecta a lo más tradicional, siempre tomando al juego y a la participación como pilares, lo que se promueven son actividades que ayuden a desarrollar habilidades manuales, que asistan a reconocer y familiarizarse con el cuerpo propio, con el entorno, interactuar con elementos cotidianos, desarrollar el lenguaje, incorporar hábitos sociales inclusivos y asimismo valores como por ejemplo aprender a compartir y alejarse de la violencia.