Definición de Estado de Sitio

Una nación puede afrontar diversa situaciones extremas y excepcionales. Para hacer frente a las mismas e intentar solucionarlas es necesario tomar medidas igualmente extremas y contundentes. El estado de sitio es, precisamente, la respuesta legal a una situación grave: la sublevación de un grupo, la invasión de un ejército extranjero o una guerra civil en el propio territorio. Por este motivo, se considera que equivale a un estado de guerra.

Cada nación tiene su propia legislación al respecto, en la cual se establece el procedimiento legal para decretar el estado de sitio, es decir, quién está facultado para tomar esta resolución, bajo qué circunstancias concretas y cuáles son los apoyos necesarios para hacerlo. Como norma general, quien tiene la utoridad para tomar esta medida es el presidente de una nación y debe ser ratificada por una amplía mayoría de los representantes de la soberanía nacional.

Consecuencias del estado de sitio

Una vez que se ha decretado el estado de sitio, lo más habitual es que la población tenga una serie de limitaciones sobre sus libertades, por ejemplo, para desplazarse de un lugar a otro, para reunirse o para salir a la calle con libertad durante un cierto periodo de tiempo. Estas restricciones pretenden no incrementar los posibles disturbios y garantizar la seguridad de la población en su conjunto. Para que las restricciones sean efectivas, el poder legislativo suele otorgar al ejército un poder excepcional para imponer el orden.

Hay que tener en cuenta que el estado de sitio se opone a las libertades de los ciudadanos. Sin embargo, se entiende que esta medida tiene el propósito de evitar un mal mayor y, cuando la situación de excepcionalidad se resuelva, poder regresar a la normalidad y que la ciudadanía recupere sus derechos.

Otras situaciones atípicas y excepcionales

La disposición legal del estado de sitio no es la única resolución para combatir alguna amenaza, ya que hay otras figuras legales con cierta similitud.

– El estado de alarma se adopta en aquellos casos en los que un país padece en alguna parte del territorio una crisis sanitaria (por ejemplo, una epidemia), una catástrofe natural o algún otro desastre (contaminación alimentaria, , desabastecimiento de alimentos o problemas graves en las comunicaciones).

– El estado de excepción está relaciondo con graves disturbios callejeros que alteran la paz social y ponen en peligro la convivencia. Es una medida excepcional y que habitualmente va acompañada de una restricción temporal de algunos derechos y libertades, pero no tiene la misma gravedad que el estado de sitio.

– La situación de toque de queda se centra en la prohibición de circular libremente por las calles de una localidad o un territorio durante unas horas determinadas a lo largo de un periodo establecido. Es una medida que pretende impedir posibles saqueos o situaciones violentas ante una situación de emergencia.