Definición de Gestión Empresarial
1. Mantenimiento positivo respecto del funcionamiento y los números de rendimiento reportados.
2. Análisis de nuevas oportunidades de crecimiento.
3. Adaptación ante variables económicas, políticas o fenómenos naturales, que inciden sobre la producción y el proceso de ventas.
4. Garantizar la operatividad conforme las normativas gubernamentales vigentes y adecuarse ante cambios dentro de los plazos estipulados.
Etimología: Gestión, por las expresiones del latín gestio, gestiōnis; + empresa, por el italiano impresa, respecto del verbo imprendere, de ‘empezar’, pautado por el prefijo latino in-, ‘en’, conjugado con el verbo prendĕre, ‘tomar’, ‘sujetar’.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: ges-tión + em-pre-sa-rial.
Gestión Empresarial
La gestión empresarial es aquella actividad que, a través de diferentes individuos especializados, como ser: directores institucionales, consultores, productores, gerentes, entre otros, y de acciones, buscará mejorar la productividad y la competitividad de una empresa o de un negocio a instancias de la vialidad económica y las posibilidades de crecimiento.
Actividad de índole empresaria que se propone mejorar la competitividad y la productividad de una compañía
Porque para que una gestión determinada sea óptima y proporcione por ende buenos resultados no solamente deberá hacer mejor las cosas, sino que deberá mejorar aquellas cuestiones que influyen directamente en el éxito y eso será asequible mediante la reunión de expertos que ayuden a identificar problemas, arrojen soluciones y propongan nuevas estrategias, entre otras cuestiones.
La gestión de este tipo deberá considerar una serie de factores, entre ellos financieros, productivos y logísticos, por citar los más importantes.
Los profesionales, individuos que se dedican a la gestión empresarial, deben sí o sí dominar todos estos condicionantes para poder triunfar en el tema y que la empresa que dirigen sea exitosa.
Preparación formal y experiencia
Debido a la relevancia que hoy día dispone esta actividad dentro de las empresas es que han proliferado las carreras que justamente forman profesionales en este asunto específico.
Normalmente son las facultades de ciencias económicas y empresariales las que dictan este tipo de formación profesional.
Ahora bien, debemos decir también que no todos los factores que intervienen en la gestión empresarial se aprenden en el marco universitario formal, también debemos decir que acompañando a la educación debe estar presente la experiencia que se ostente en el campo, siendo ésta última fundamental.
Los conocimientos teóricos son importantísimos pero la gestión empresarial, asimismo, atañe a otros tantos aspectos que están asociados a la planificación y a la toma de decisiones que están más bien vinculados a la práctica que se tenga en este campo, y ni hablar de la influencia de la personalidad que se demanda por parte de quienes tienen a cargo esta tarea, ya que se requieren sí o sí de una serie de condiciones de mando y de creatividad para poder llevarla a cabo de manera conforme.
Funciones
Mientras tanto, existen cuatro funciones fundamentales que la administración de la empresa deberá cumplir sí o sí para lograr una gestión eficiente que produzca buenos resultados; la planificación, a partir de la cual se combinarán los recursos en orden a producir nuevos proyectos que puedan resultar redituables para la empresa. Luego nos encontramos con la organización, vital a la hora de agrupar todos aquellos recursos con los cuales cuenta la empresa, para tras tener una acabada idea, promover que trabajen en conjunto y en línea para obtener de ellos un mejor aprovechamiento y así tan solo esperar a los buenos resultados.
En tercer lugar aparece la comunicación, o mejor dicho un buen nivel de comunicación entre los administradores y los empleados; esto resulta ser casi imprescindible si se quiere disponer de un buen clima de trabajo y así aumentar la eficacia.
Y por último el control de la gestión aplicado a la administración, porque únicamente de esta manera será posible cuantificar el progreso que por ejemplo ha observado el personal respecto de aquellos objetivos que se le marcaron al comienzo de una estrategia o plan.
Y a esta altura de los acontecimientos no podemos soslayar que el panorama actual implica constantes cambios en los mercados, sumado también a los movimientos y desarrollos constantes que se producen en ámbitos como la tecnología y la comunicación, tan vinculados con la gestión empresarial, por caso, el contexto se va complejizando y así es que es necesario la implementación de nuevos modelos, más dinámicos, en materia de gestión y que justamente se adapten a estos cambios corrientes y de este modo poder competir con éxito en los mercados en los que se intervienen.
Trabajo publicado en: May., 2011.
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