Significado de impacto ambiental Definición, positivo/negativo, minería, gases y daños
Lic. en Comunicación
Definición formal
El impacto ambiental es el resultado del abuso de la mano humana al respecto del medio ambiente como también el daño generado por fenómenos naturales, incidiendo sobre ecosistemas y el equilibrio del planeta. No obstante, existe también una interpretación de alcance positivo a partir de acciones que corrijan estas agresiones, por ejemplo la limpieza de ríos o medidas que reduzcan el uso de agentes químicos.
El afán económico en gran medida, y la negligencia humana sistemática han conformado una combinación letal, multiplicando los conflictos ambientales, siendo el hombre el único responsable de la alteración en el curso normal de los procesos biológicos, climáticos, entre otros.
La explotación desmedida de aquellos recursos naturales agotables y el desarrollo de actividades económicas sobre el suelo y las aguas sin planear ni anteponer una mirada sustentable sobre ellas son las principales causas de fenómenos tan nocivos y cada vez más presentes: contaminación del aire y las aguas con petróleo, plásticos, basura radioactiva y emisión de gases de efecto invernadero, erosión de los suelos, y extinción de especies vegetales y animales.
Pensar en un impacto ambiental positivo
La concientización sobre el valor del medio ambiente y los efectos sobre la propia sociedad tiene que ser una preocupación del estado, porque es la figura capaz de aplicar medidas significativas, forzando a que las empresas privadas se responsabilicen por sus acciones, así como también proporcionando mensajes para la población sobre lo que tiene que hacerse y lo que no. Asimismo, si bien cada individuo tiene la posibilidad de hacer su aporte, es el estado quien tiene la mayor facultad.
Las tareas de limpieza y reciclaje, facilitando tales recursos; el rápido abordaje de incendios forestales para contener la destrucción de las llamas, así como los procesos de reforestación; el incentivo por trabajar sobre recursos renovables son algunos ejemplos fundamentales que ayudan para equilibrar una balanza que está en permanente desventaja.
La minería y emisión de gases protagonizan la contaminación
La minería, que es una de las actividades económicas más antiguas y extendidas de la humanidad a razón de la riqueza que reporta, está signada como una de las más perjudiciales para con nuestro ambiente.
La deforestación del suelo genera la eliminación de vegetación, y dificulta el flujo de agua desde los bosques hasta los ecosistemas y promueve las inundaciones por la crecida de las aguas.
La excavación modifica el relieve y produce residuos de rocas que no reportan beneficios comerciales.
El ácido de las minas contamina el agua que bebemos las personas y el resto de los seres vivientes con una clara posibilidad de producirnos alguna afección grave.
El polvo que también produce esta actividad puede desencadenar trastornos respiratorios.
En las últimas décadas la obtención y el consumo de energía han desarrollado la proliferación de emisión de gases de efecto invernadero, siendo la principal consecuencia de estos el cambio climático.
La oscilación meteorológica está afectando cada vez más a todo el planeta, como muestra no basta más que apreciar como las estaciones del año se presentan difusas e irregulares, con veranos híper calurosos e inviernos muy, muy fríos, y por otra parte, el desequilibrio con la presencia de temperaturas altas en invierno, y bajas en el verano.
Si bien el del cambio climático no es un fenómeno actual sino que viene afectando al planeta desde su mismísimo nacimiento, lo concreto, es que hoy se debe en un ciento por ciento a la acción indolente de los seres humanos que han intensificado el efecto de invernadero con la proliferación de la actividad industrial.
Derrame de petróleo: el ejemplo de Níger
En el mundo proliferan casos de suma gravedad, y tal como señalamos, el derramamiento de petróleo es uno de los trastornos más corrientes y que afecta muy especialmente al delta de Níger, en Nigeria.
Y no solamente el ambiente se ha visto y ve estropeado por él sino que las protestas contra dicha coyuntura han generado represiones muy cruentas contra las comunidades que develaron prácticas ilegales como la quema del gas sobrante.
La flora y la fauna fueron eliminadas y ni hablar de los problemas de salud que aparecieron tras el contacto directo con sustancias altamente tóxicas: malformaciones, abortos, cáncer.
Poderosas empresas como Shell y Chevron han estado en la mira por su presunta responsabilidad, pero claro, los intereses económicos finalmente triunfan frente a la pobreza.
Evaluar los daños para solucionarlos
La ecología es la disciplina que se ocupa de identificar y estudiar los daños en el medio ambiente y de promover acciones para detenerlos y prevenirlos.
Ahora bien, siempre y cuando ya no se esté atravesando una etapa de daño irreversible de la cual es imposible regresar.
En la década del sesenta y con el claro objetivo de ocuparse del tema, en Estados Unidos, se desarrolló un proceso denominado como Evaluación de Impacto Ambiental, que luego se extendió como modelo de aplicación en muchos países, que procura identificar, prever, analizar y minimizar los impactos negativos que obras y actividades pueden generarle al medio ambiente.
La responsabilidad de evaluar estas prácticas recae en la autoridad competente: la oficina o ministerio de medio ambiente de cada nación.
Trabajo publicado en: Mar., 2020.
Ilustraciones: Piyaset, Maykal, Wildarun
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