Definición de Intercambio
Profesora en Filosofía
1. Relación entre dos o más individuos, instituciones o países en la que se realiza un pase simultáneo de elementos (información, arte, artículos comerciales diversos, etc.).
2. Viaje realizada a otro país con el objetivo de adquirir nuevos conocimientos, como un idioma o experiencias culturales locales.
Etimología: Conjugación dada por el prefijo inter-, con referencia en el latín inter-, por ‘entre’;+ el término cambio, por el latín tardío cambium, respecto del verbo del latín cambiāre, de ‘cambiar’, sobre el galo cambion, desarrollado en el marco de prácticas comerciales.
Cat. gramatical: Sustantivo masc.
En sílabas: in-ter-cam-bio.
Intercambio
Entendemos por intercambio al cambio recíproco de una cosa por otra (sean o no objetos materiales), en función de un valor arbitrario asignado a cada una de ellas, cuyo acto puede ocurrir entre personas, organismos o entidades (como, por ejemplo, los Estados nacionales).
El intercambio en Economía
En la medida en que las sociedades humanas deben satisfacer necesidades ilimitadas, pero cuentan para ello con recursos productivos escasos, es decir, limitados, éstas se enfrentan con una serie de problemas económicos fundamentales, a saber, qué se produce, cómo y para quién. Para dar respuesta a tales interrogantes, las sociedades organizan sus economías de acuerdo con dos variables, por un lado, la especialización y, por otro lado, el intercambio. La especialización consiste en dirigir la producción a una rama en particular, de manera que, para obtener bienes diversificados en una economía especializada, es preciso intercambiar los bienes producidos por otros. Por ejemplo, si en una región hay un mayor acceso a madera, pero no hay algodón, ésta puede intercambiar sus recursos con otra región que cuente con abundante algodón y poca madera. Dado que los sujetos difícilmente pueden satisfacer sus necesidades individualmente —pues no siempre cuentan con todos los recursos a su alcance ni poseen los medios para transformarlos—, ellos tienden a buscar formas de cambiar con otros aquello que poseen en abundancia, por aquello que escasea. Lo mismo ocurre a nivel macroeconómico, en el intercambio a mayor escala.
La forma más básica de intercambio es el trueque, que consiste en el intercambio entre individuos de un bien o un servicio por otro, de acuerdo con una equivalencia que se establece por conveniencia entre los actores que intercambian. A medida que la transacción implica más participantes, el trueque se complejiza, presentando diferentes limitaciones: por ejemplo, la necesidad de hallar a otro individuo entre muchos con una coincidencia de necesidades o la indivisibilidad de ciertos bienes entre los actores.
Al crearse el dinero, se asigna a los objetos un valor de cambio arbitrario, de manera que las limitaciones del trueque desaparecen, por lo que se facilitan las transacciones entre muchos actores en el mercado. No obstante, la introducción del intercambio monetario— que dio lugar al desarrollo del sistema capitalista— provocó nuevos inconvenientes, derivados del reemplazo del valor de uso de los objetos por su valor de cambio, el cual deviene a su vez en una alienación de los trabajadores, quienes son separados del producto de su trabajo. En este sentido, el intercambio mercantil solamente considera los precios, omitiendo las relaciones sociales entre las personas que participan de la producción.
Al mismo tiempo, la división del trabajo basada en la especialización y el intercambio a escala local e internacional ha generado grandes desigualdades entre los actores sociales y entre los Estados, así, por ejemplo, los países productores de materias primas son relegados económicamente frente a las grandes potencias mundiales, cuyo principal capital es industrial y financiero.
El intercambio desde el punto de vista de la Antropología
Al interior del campo de la Antropología, el concepto de intercambio es tomado más allá de una restricción al ámbito económico, considerando al intercambio social como uno de sus objetos de análisis fundamentales. En esta línea, uno de los ejemplos paradigmáticos ha sido el estudio del reconocido antropólogo Marcel Mauss (1872 – 1950), en su Ensayo sobre el don (1925), en torno a las formas del intercambio en lo que él llamó “sociedades arcaicas” (si bien sus lógicas pueden ser observadas también en las sociedades actuales), bajo la figura del don.
Mauss ha señalado dos dimensiones en el don, en tanto regalo brindado generosamente: una apariencial y otra necesaria. Así, lo que el autor pone de relieve es que, de manera general, en el intercambio no solamente se entrega un objeto y se recibe otro a cambio, sino que se intercambia un simbolismo que acompaña a los objetos, dotados de un sentido singular. El carácter del intercambio, tomando el ejemplo de Mauss, es esencialmente simbólico.
Art. actualizado: Marzo 2023; sobre el original de mayo, 2009.
Referencias
Becker, V., & Mochón, F. (2006). Economía. Elementos de Micro y Macroeconomía. Editorial Mc. Graw Hill-Año.Henrich, I. F. (2016). Economía feminista y economía solidaria: ¿alternativa al patriarcado. Economía social y solidaria: Conceptos, prácticas y políticas públicas, 83-105.
Matta, J. P. (2012). Más allá de la economía: Una revisión crítica del lugar del intercambio como problema antropológico. Kula. Antropólogos del Atlántico Sur, n° 7, ISSN 1852 – 3218, pp. 5 – 19.
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