Definición de Mitigar
Algo necesita ser moderado a través de algún objeto o bien por la acción de alguien específico en la materia
El término mitigar lo utilizamos generalmente cuando queremos referirnos a que algo, una cuestión, una situación determinada, necesitan ser moderadas, aplacadas o suavizadas, ya sea, a través de algún objeto o cosa en concreto, o bien por la acción de alguien específico en la materia, por ejemplo, un médico.
Pensemos en una enfermedad que nos aqueja, una fuerte gripe que nos tiene en cama, con fiebre, estornudos, y un malestar general, para sentirnos mejor y que todos esos síntomas se moderen hasta desaparecer será necesario que consultemos a un médico, el profesional idóneo en este caso, y entonces, a sabiendas del cuadro pueda recetarnos el mejor remedio que reduzca la mencionada sintomatología.
Por otro lado, cuando una persona se descontrola por algo que le sucedió, algo inesperado, tal es el caso de un asalto en la calle mientras transitaba, seguramente demandará la acción de alguien que sepa mitigar ese tremendo shock y susto que le causó el asalto. Un psicólogo será un buen recurso en este sentido de mitigar el pánico que puede dejarle a una persona el atravesar por un episodio violento como un robo.
Disminución o reducción de algo
También, cuando se quiere referir disminución o reducción de algo es recurrente que la gente emplee la palabra mitigar. Por ejemplo, “será vital que mitiguemos los gastos de la empresa para el próximo semestre, sino nos encontraremos en una complicada situación financiera difícil de remontar”.
¿Cómo mitigar los dolores del alma y los físicos?
En tanto y sin lugar a dudas, es el dolor, aquella desagradable sensación física o en su defecto espiritual, que implica siempre un sufrimiento, en otras palabras, la cuestión que más recurrentemente los individuos buscan y desean mitigar. El dolor físico es experimentado por la mayoría de los seres vivos que poseen un sistema nervioso central, el mismo puede variar en intensidad, más agudo, menos agudo, pero siempre y jamás, el dolor puede llegar a producir una sensación agradable en quien lo padece.
Ese dolor será captado por las terminales nerviosas, las cuales lo convertirán en impulsos eléctricos que llegan al cerebro a través de neurotransmisores, registrando al mismo de una manera totalmente consciente y en un ciento por ciento. Si bien no todas las personas perciben al dolor de la misma manera, para algunos un dolor de estómago puede resultar una simple molestia, en cambio, para otros puede significar y reportarle un estado de decaimiento generalizado.
Por esta razón es que los individuos ante los dolores, ya sean de cabeza, de estómago, de piernas, de cervicales, entre otros, acuden al médico para que este les recete algún tratamiento o droga que los ayude a mitigar esos dolores tan molestos.
También y a la par de los físicos, los dolores del alma y el espíritu, son aquellos que más aquejan a las personas, los que más consecuencias negativas les generan en sus actividades cotidianas y que como los otros también deben ser tratados para evitar malestares generalizados como puede ser la depresión.
En estos casos, un psicoterapeuta que le brinde al paciente una psicoterapia y si es necesario el acompañamiento de algún fármaco, es la manera de mitigar estos problemas.
Trabajo publicado en: Dic., 2009.
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