Definición de Nobleza

En nuestro idioma se denomina con el término de nobleza a aquella clase social o estamento que se haya compuesta por individuos que disponen de una ascendencia real o que son dueños de algún título nobiliario que los coloca en tal posición social; se los conoce popularmente como nobles.

Durante la época de hegemonía de las monarquías europeas, antes del estallido de la Revolución Francesa, la nobleza supo ser junto al clero, uno de los estamentos con más privilegios y distinciones frente a la siempre disminuida plebe o resto de la población común. Por ejemplo, se los exceptuaba de pagar algunos impuestos, eran dueños de porciones enormes de tierra en las cuales hacían trabajar a los campesinos o esclavos.

La nobleza supo ser una de las grandes aliadas del rey, basándose ese apoyo especialmente en aquellos beneficios que el monarca les entregaba a los nobles a cambio de contar con su venia y apoyo en todas aquellas decisiones que se tomaban en términos políticos, económicos, militares, entre otros.

Habitualmente la calidad de noble de alguien devenía del hecho de proceder de una familia de linaje, o en su defecto como consecuencia de haber recibido una distinción real que lo convirtió en tal.
En el primer caso, nada, ni nadie, podían hacer extinguir esa cualidad de noble, y claro, se heredaba de generación en generación, mientras que en el segundo caso, cuando la persona fallecía se extinguía y no solía ser transmisible.

Cabe destacarse que en la actualidad este estamento social ya no dispone del enorme reconocimiento y supremacía que antaño supo ostentar… Si bien aún dispone de prerrogativas que se “heredaron” de aquellos tiempos, su presencia y autoridad ha quedado más bien relegada a una consideración de tipo social perdiendo esa impronta que en el plano político supo detentar.

Esta cuestión la podemos observar claramente en las actuales monarquías europeas las cuales todavía disfrutan de los privilegios heredados pero debieron claudicar en la práctica de excéntricos beneficios ante el descontento social que producían los mismos en la gente. La convicción del pueblo es que disfrutan de beneficios en todo sentido, que muchos integrantes de la nobleza ni siquiera trabajan y que es el propio pueblo quien los mantiene con el pago de sus impuestos.