Definición de Objetivismo

Esta corriente de la filosofía surgió en el siglo XX y Ayn Rand es su máxima representante. Sus ideas no se presentaron con el lenguaje tradicional de la filosofía sino que se expusieron a través de sus novelas, como «El Manantial» o «La Rebelión del Atlas».

La tesis central del objetivismo es la siguiente: la realidad existe como algo objetivo y la razón humana es el medio para percibirla.

Principales postulados del objetivismo

El ser humano necesita una moral racional. Esto implica que los códigos morales que nos permiten distinguir lo bueno de lo malo no deben basarse en las emociones subjetivas o las creencias religiosas fundadas en la fe. En este sentido, nuestras creencias y convicciones tienen que fundamentarse en criterios racionales y lógicos. A través de la lógica es posible demostrar que algo es verdadero y correcto desde el punto de vista de la moralidad.

La moralidad del objetivismo parte de un principio general: la vida humana es el valor supremo que da sentido a la existencia. El objetivo moral de cualquier individuo es alcanzar la propia felicidad y para conseguirlo nadie debería imponer sus ideas a los demás. En otras palabras, cada ser humano debe orientar su vida como un fin en sí mismo y guiar su existencia a partir de su interés racional.

El objetivismo otorga prioridad al individuo frente a la colectividad. En este sentido, la visión filosófica de Ayn Rand es una dura crítica a cualquier forma de socialismo.

El objetivismo se opone a la existencia de Dios, pues no hay pruebas o evidencias que demuestren su existencia

Desde un punto de vista económico, se defiende el capitalismo como el único sistema de producción válido, ya que es el modelo que garantiza el derecho de los seres humanos a luchar por sus sueños y aspiraciones.

Críticas al objetivismo

Como todas las corrientes filosóficas, el objetivismo ha sido objeto de algunas críticas. En primer lugar, es considerada una doctrina que propugna el egoísmo, pues según sus postulados el ser humano tiene que sacrificarse por sí mismo y no por los demás.

Por otra parte, las ideas de Ayn Rand y sus seguidores han sido valoradas como una crítica a la tradición judía y cristiana. Por último, algunos consideran que esta corriente legitima los abusos del capitalismo, ya que Ayn Rand era partidaria de la no intervención del estado en los asuntos económicos.

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