Definición de Oficialismo

El concepto de oficialismo dispone de una utilización excluyente en el ámbito político para denominar al partido político que gobierna y por carácter transitivo a todos sus funcionarios y representantes.

Cuando se habla de oficialismo, entonces, se estará haciendo referencia al gobierno, la agrupación política en la que este se enmarca y a sus máximos exponentes, desde el presidente, pasando por sus ministros y secretarios de estado como también a los legisladores, diputados y senadores que pertenezcan y respondan políticamente al partido político que está en el poder y a todos aquellos dirigentes o profesionales que apoyan a las autoridades gubernamentales.
Así, por ejemplo, un economista aunque no se desempeñe en ningún cargo será denominado de este modo si es que el mismo defiende o representa las ideas que propone el partido gobernante.

La contracara del oficialismo es la oposición, que justamente estará encarnada por aquellos dirigentes políticos y agrupaciones políticas que no comulgan con las ideas que manifiesta y ejecuta el oficialismo.

En las democracias que es donde mayor alternancia de propuestas políticas existe es común que hoy quien es oficialismo mañana deje de serlo porque perdió las elecciones y entonces las ganó su oposición que termina por convertirse en oficialismo de inmediato.

Cabe destacarse que normalmente el oficialismo, cuando se convierte en tal, tras ganar las elecciones, resulta ser mayoría en el órgano legislativo que es el encargado de debatir y promulgar leyes en los países democráticos.

Ahora bien, siempre en ese parlamento habrá una representación de las posiciones contrarias, encarnadas por la oposición que podrá oponerse a las leyes que impulsa el partido oficial. Cuando la mayoría es abrumadora muy pocas veces lo consigue, en tanto, cuando el partido oficial pierde poder, habitualmente hacia el final de su mandato, suelen abrirse más las votaciones y entonces no siempre resulta ser ganadora la postura oficial.

Es importante que mencionemos al respecto que muchos representantes del partido oficial suelen votar a favor de proyectos de ley aunque no estén de acuerdo tan solo por la lealtad que consideran deben mantener con el partido al cual pertenecen.
Por supuesto que esto es una locura y termina ensuciando la democracia.