Definición de Ominoso
El adjetivo ominoso viene del vocablo ominosus en latín, que literalmente significa con malos augurios. En cuanto a su significado, indica que algo o alguien es despreciable por algún motivo. Existen muchas palabras sinónimas, como abominable, ruin, reprobable, repulsivo, detestable, siniestro o abyecto. Se trata de una palabra culta y que no se emplea habitualmente en el lenguaje coloquial. Su uso más habitual es en la terminología jurídica, donde los comportamientos indeseables e ilegales son denominados como conductas ominosas.
Contextos en los que se utiliza
Las conductas violentas y agresivas son, por lo general, rechazadas por la mayoría de la sociedad. Son valoradas muy negativamente porque la violencia expresa desprecio, odio y agresividad. En este sentido, cualquier forma de violencia puede ser calificada como una conducta ominosa.
Las actitudes poco respetuosas hacia los demás también son ominosas, tal y como sucede con el acoso escolar o bullying, el acoso laboral o mobbing, la crueldad hacia los animales, etc.
En ocasiones, algunos períodos de la historia se caracterizan por su dramatismo y violencia
En este sentido, en la historia de España se utiliza la etiqueta de » la década ominosa » para referirse a la restauración del absolutismo en entre 1823 y 1833.
Las situaciones desgraciadas y trágicas también pueden ser calificadas con este adjetivo. Así, se dice que «fue el año más ominoso para Venezuela» o se habla del «ominoso impacto de la contaminación ambiental».
En la mayoría de sociedades ciertos actos son considerados un tabú, es decir, algo intolerable y ominoso, como el incesto, la profanación de lugares sagrados, el uso de algunas palabras o ciertos delitos.
Todo aquello que es considerado ominoso provoca vergüenza y desasosiego
Sin bien son diversos los contextos del lenguaje en los que se utiliza este adjetivo, en todos hay un elemento en común, la vergüenza que producen las actitudes ominosas.
La conducta humana presenta dos extremos opuestos. Hay comportamientos nobles y virtuosos y otros que expresan lo peor del ser humano. Todo aquello que sea calificado como ominoso se convierte en algo que atenta contra la dignidad de las personas. Por ello, resulta lógico que en el lenguaje jurídico se emplee este adjetivo para calificar a las conductas indeseables y que provocan un rechazo generalizado.
Fotos: Fotolia – Liusa / Andrey Kiselev
Trabajo publicado en: May., 2017.
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