Definición de Pensamiento Lateral

A la hora de solucionar problemas o de afrontar nuevos retos existen dos caminos posibles: seguir las pautas ya establecidas o bien buscar alternativas creativas e innovadoras. En este último caso, estamos hablando del pensamiento lateral. Este término es la traducción del concepto originario en inglés, «lateral thinking». Fue acuñado por el psicólogo de la Universidad de Oxford, Edward de Bono.

Pensamiento vertical versus lateral

Nuestros esquemas mentales convencionales son de tipo vertical. Este enfoque se basa en la lógica y en la racionalidad de los procedimientos científicos: asimilamos datos, los comparamos, elaboramos hipótesis, contrastamos los hechos con el enunciado de la hipótesis e intentamos extraer conclusiones. Este modelo es válido en muchas ocasiones, pero a veces no es el adecuado y, de hecho, tiene un componente limitador.

El pensamiento vertical se rige por el análisis estrictamente racional, mientas que el lateral «rompe la lógica» e intenta reflexionar a partir de la imaginación.

Pautas para entrenar nuestra capacidad

Es conveniente realizar actividades diferentes a las habituales. Así, un científico que busca soluciones en un área del conocimiento, puede encontrar la inspiración en contextos muy alejados de su campo de su actuación, como el deporte, la mecánica o la poesía.

No hay que pensar que un área del conocimiento se encuentra totalmente definida en un marco conceptual, sino que existen conexiones con todo tipo de saberes. Las formas de la naturaleza y las matemáticas son explicadas a través de los fractales, algunos fenómenos religiosos pueden ser comprendidos mediante el conocimiento de la neurología y el rendimiento deportivo de un atleta mejora significativamente incorporando técnicas de relajación mental. En pocas palabras, los procedimientos de unas áreas son aplicables a otras.

Si tenemos que afrontar un problema global, es conveniente descomponerlo en distintas partes. Así, con las diferentes «piezas» separadas ya podemos combinarlas libremente con la intención de buscar la solución al problema original.

La creatividad no debe fundamentarse simplemente en la búsqueda de cosas diferentes a las que ya existen, sino que es necesario incorporar la idea de utilidad. De esta manera, somos realmente creativos si las nuevas ideas introducen un grado de pragmatismo (fabricar puertas con forma hexagonal parece creativo pero se trata de una propuesta muy poco práctica y que no resuelve un problema).

En el afán de encontrar nuevas ideas no hay que interpretar que el error es un fracaso

Con bastante frecuencia el éxito final de un proyecto viene precedido de un gran número de equivocaciones.

La provocación es una herramienta del pensamiento lateral. En este sentido, Edward de Bono propone pensar «fuera de la caja». Todos estamos condicionados por patrones mentales personales inmersos en una tradición cultural, pero esos mismos patrones se convierten en una cárcel para el pensamiento creativo.

Fotos: Fotolia – Nomad_Soul / Nikita Vasilchenko