Definición de Prejuzgar

Cuando valoramos u opinamos sobre algo antes de conocerlo estamos prejuzgando. Así, la acción de prejuzgar implica que emitimos un juicio sobre algo pero sin la suficiente información. La persona que actúa de esta manera parte de un prejuicio sobre alguien o algo y esta actitud es considerada poco razonable, ya que para valorar algo es conveniente partir de una información previa.

La acción de prejuzgar está directamente relacionada con la idea de justicia. Cuando hablamos de justicia nos referimos a la cuestión legal, pero también al principio moral que tiene cada individuo a la hora de valorar una acción determinada.

La tendencia a prejuzgar se opone a la búsqueda del verdadero conocimiento, ya que la verdad sobre algo solo se consigue a través de un método riguroso y en cualquier método la estrategia que no debe utilizarse es afirmar algo sin conocerlo.

Una actitud injusta

De una u otra manera todos damos nuestra opinión (nuestro juicio personal) sobre todo tipo de cuestiones, por ejemplo con respecto a las personas que nos rodean o en relación con los temas de actualidad.

La opinión puede tener dos categorías: una opinión basada en datos contrastados y otra fundamentada en creencias y prejuicios. Esta segunda opción puede considerarse claramente desacertada y en gran medida injusta. Es injusta porque se trata de una idea sin fundamento.

Consideraciones sobre los prejuicios

Desde el punto de vista del comportamiento humano el prejuicio es una actitud ante la vida, es decir, una predisposición que tienen ciertas personas.

El prejuicio como actitud no solamente es una conducta injusta sino que además tiene otros efectos negativos: trasmite que alguien es poco riguroso al hablar y comunica a los demás que las opiniones del que prejuzga son poco fiables.

Las personas prejuiciosas rechazan las opiniones de los demás y no están abiertas a nuevas ideas. Sus ideas suelen tener el siguiente esquema: esto es así (el «esto» puede ser cualquier cosa, pero lo relevante es que no están dispuestos a cambiar de opinión).

Los prejuicios tienen una dimensión personal pero también colectiva. Hay que recordar que ciertos grupos o colectivos son etiquetados con ideas preconcebidas o clichés y de esta manera se crean equivalencias que deforman la realidad (gitano= ignorante, catalán= tacaño, argentino= amante del fútbol, caribeño= alegre, guapa= tonta…).

Fotos: iStock – Steve Debenport / edfuentesg