Qué es Punible

Se dice que una acción es punible cuando se considera que merece ser castigada legalmente. Los actos o las conductas punibles son aquellos que van en contra de la ley y, en consecuencia, este tipo de acciones van acompañadas de su correspondiente sanción o penalización.

La conducta punible en el marco legal

Cuando alguien se comporta indebidamente en su vida cotidiana, su acción puede ser considerada de varias maneras. Por ejemplo, puede calificarse como reprochable, inadecuada, repudiable, injusta o inmoral. En cambio, cuando un acto es contrario a la ley el adjetivo que debe utilizarse es otro, punible.

Como criterio general, para que una conducta sea considerada punible legalmente debe cumplir una serie de requisitos. Por una parte, que dicha conducta se encuentre tipificada, es decir, recogida explícitamente en la ley. Por otro lado, la conducta debe ser antijurídica. Por último, la persona que comete dicha acción debe ser declarada culpable por un tribunal.

Hay tres modalidades básicas: dolosa, culposa o preterintencional

Se entiende por conducta dolosa o delito doloso aquel acto que se realiza conscientemente contra un bien jurídico protegido (el robo y el asesinato premeditado son ejemplos de delitos dolosos). En otras palabras, un acto es doloso cuando se comete un delito de manera premeditada y teniendo pleno conocimiento de que se infringe la ley. Una conducta es culposa cuando se comete una negligencia no deliberada (por ejemplo, un accidente de tráfico en el que conductor incumple de manera imprudente una norma de circulación).

Mientras en el delito doloso hay una intención delictiva evidente, en el delito culposo no existe dicha intencionalidad. Por último, la conducta preterintencional es aquella en la que una persona actúa dolosamente pero como consecuencia de su acción se comete otro daño complementario que inicialmente no se había previsto (por ejemplo, en aquellos casos en los que se agrede a alguien para lesionarle pero como consecuencia de la agresión se produce la muerte del agredido).

De esta manera, la conducta dolosa, la culposa o la preterintencional son las tres conductas punibles recogidas en la mayoría de códigos penales.

Cuando un acto es valorado jurídicamente como un hecho punible, esta circunstancia va acompañada de unas consecuencias jurídicas determinadas (sanción, privación de libertad, responsabilidad civil u otras formas de penalización legal).

Fotos: Fotolia – Andrey Popov / Galina