Definición de República Democrática

El concepto de esta entrada está formado por dos términos diferenciados. La idea de república proviene del vocablo res pública, que en latín significa lo público, es decir, la organización del estado que afecta a la totalidad de los individuos.

En este sentido, la República Romana como forma de organización del estado nació para evitar los posibles abusos de un individuo que tuviera todo el poder en sus manos. Al mismo tiempo, la idea de república se puede entender en oposición a otra forma de gobierno, la monarquía. Por otra parte, democracia es un vocablo de origen griego y lo democrático viene a ser el poder del pueblo. Partiendo de esta aclaración terminológica ya es posible detallar las principales características de la república democrática como concepto general.

Algunos rasgos de las repúblicas democráticas

Todos los países que se basan en esta forma de gobierno tienen, en teoría, el propósito de garantizar que el poder no sea de tipo dictatorial o despótico.

Uno de los mecanismos esenciales es la separación de poderes. Esto significa que los tres poderes del estado son independientes. Así, el poder ejecutivo lo ostenta el gobierno de una nación y su máximo representante es el jefe del estado. El poder legislativo hace referencia a quien tiene la facultad de elaborar las leyes, es decir, los representantes de los ciudadanos. El poder judicial lo ostenta la administración de justicia (los miembros de los juzgados y tribunales que deben aplicar las leyes promulgadas por los otros dos poderes).

Los mecanismos de participación ciudadana (por ejemplo, a través de las votaciones periódicas) son elementos esenciales de cualquier república democrática.

Normalmente todas las repúblicas democráticas se rigen por una constitución donde se establece el marco jurídico general. El interés de la mayoría o interés general es igualmente otro de los principios de esta forma de gobierno.

Las repúblicas democráticas en la Europa del este

Al finalizar la ll Guerra Mundial una serie de estados del este de Europa se organizaron bajo la denominación de repúblicas democráticas (también conocidas como democracias populares) que estaban sometidos por el poder soviético. Entre ellos hay que destacar a la República Democrática Alemana, la República Popular de Polonia o la de Hungría. Los regímenes de estas naciones impusieron un sistema de gobierno que poco tenía que ver con la democracia. No hay que olvidar que en todos ellos había un partido único, no había libertad de expresión y se impuso un sistema de represión generalizado que se aleja radicalmente de la idea de democracia.

Podríamos afirmar, a modo de conclusión, que la denominación de república democrática tiene una doble vertiente: lo que significa en teoría en el marco de la política y, al mismo tiempo, lo que ha significado en algunos casos en la práctica. Por último, hay que recordar que en la actualidad hay naciones cuyo nombre oficial es el de República democrática (por ejemplo, Corea del Norte o el Congo).

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