Definición de Sensor
Llamamos sensor a un dispositivo que mide de manera automática una variable, como por ejemplo la temperatura, la presión o inclusive el régimen de giro, entre otras cosas .
Un punto interesante a tener en cuenta es que gracias a la información que nos dé como resultado un sensor se pueden deducir otras variables que no sean precisamente las que está midiendo. Lo ilustra este ejemplo: toda la información que nos de un caudalímetro (es un instrumento empleado para la medición del caudal de un fluido o lo que se llama gasto másico) de hilo caliente es, en definitiva, la energía eléctrica que se necesita para que un hilo metálico se mantenga a cierta temperatura constante. Con la información que recibimos podemos deducir la masa de aire que circula en torno a ese mismo hilo. Este ejemplo es aplicable también a muchos otros casos de sensores, como se describe para los equipos empleados para la determinación de la presión de oxígeno en la sangre arterial; en la prueba de laboratorio llamada popularmente «gases en sangre», dos sensores detectan la oxigenación y la presión de dióxido de carbono, lo que permite el cálculo indirecto de numerosos parámetros asociados.
Los sensores, básicamente, transforman o reproducen un determinado fenómeno físico (pueden ser también químicos o bien fisicoquímicos) en una “señal” que puede ser una unidad de medida (como en el caso de los termómetros o barómetros), en sonidos (como los sistemas de seguridad por alarma) o en acciones específicas (por ejemplo, cuando abrimos la puerta de un cajero automático mediante el ingreso de una tarjeta magnética). Este proceso se conoce en el ámbito de las ciencias como transducción, lo que constituye en la conversión de un dato en una información en un «lenguaje» diferente. Así, un clásico termómetro de mercurio se fundamenta en la dilatación del metal líquido en una columna, que motiva su desplazamiento a lo largo de una regla graduada: el «dato» surge de la dilatación, la «información» es la temperatura y el «transductor» es la columna cuantificada.
Otro ejemplo bien conocido y de uso cotidiano son los sensores utilizados en sistemas de alarmas, que se instalan en comercios u hogares como manera de brindar seguridad a la propiedad en casos de robos o asaltos. Los sensores de movimiento utilizados en estos casos, permiten detectar la entrada o el movimiento de una persona en uno o más ambientes del hogar o comercio, una vez que hemos activado el sistema de seguridad por alarma.
Hay otros aparatos con sensores que se utilizan para el aviso de entrada o salida de gente a una propiedad. En este caso, se trata de pequeños aparatos que se instalan en puertas, y que, al ser movida esta, se activan produciendo un sonido determinado. Estos aparatos están siempre activos, y no hay manera de desactivarlos cuando no queramos que funciones (excepto desinstalarlos del lugar donde se ha fijado). Un sistema análogo es el utilizado por elevadores y montacargas, conocido en la jerga como «ojo electrónico», dado que reconoce la presencia de personas en la puerta para evitar su cierre automático y, con ello, minimizar el riesgo potencial de accidentes. Los sensores de peso en estos ascensores son un ejemplo más sofisticado, pero con la misma utilidad concreta.
Para hablar concretamente de los automóviles diremos, por ejemplo, que el sensor de proximidad es aquel que puede detectar personas, autos u otros objetos. Los más comunes sensores de proximidad que se utilizan son: de ultrasonidos, infrarrojos cercano y lejano, de cámara de luz visible, etc.
Si bien precisamente se llaman sensores porque “sienten” o captan alguna condición que les permita funcionar para lo que han sido diseñados, una nueva rama de sensores son los de Wireless Network, es decir, conexiones inálambricas (sin utilización de cables) para su activación y funcionamiento. En este caso, también puede medirse por ejemplo la temperatura o la humedad, pero en vez de utilizar termómetros o barómetros para esto, se trata de sensores computarizados y conectados a una red de computadoras que le permite transformar sus variaciones en señales electrónicas. La tecnología inicial para estos sensores fue aplicada en los transbordadores espaciales, pero forma parte hoy de variados equipos empleados en forma diaria. En realidad, las modernas pantallas táctiles constituyen un interesante ejemplo de sensores cotidianos y duales, esto es, no sólo «sensan» datos para su procesamiento, sino que «devuelven» información. Por consiguiente, los sensores más actuales son utilidades bidireccionales, dado que puede efectuar una transducción en una u otra dirección.
Finalmente, en ciencias biológicas, no podemos olvidar que los órganos de los sentidos actúan a su vez como sensores, ya sea unidireccionales (visión, olfato, oído) o bien bidireccionales, como ocurre con la piel. Los sensores internos que detectan la posición espacial de cada órgano y sistema brindan al sistema nervioso la información necesaria para la preservación del equilibrio, el control del movimiento y la interacción con el mundo que nos rodea.
Trabajo publicado en: Sep., 2008.
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