Definición de Sentencia firme

Los jueces son los responsables de juzgar las disputas legales entre dos personas o litigantes. En el desarrollo de un juicio, las partes enfrentadas ( demandante y demandado ) exponen sus argumentos mediante sus correspondientes abogados. Mientras, el juez va conociendo a fondo los hechos. Finalmente, el juez o un tribunal cualificado deberá emitir una sentencia, una resolución final a favor o en contra de una de las dos partes. Esta resolución final es la sentencia. En ella, se presentan una serie de razonamientos legales. En la conclusión final ( parte resolutiva ) el juez emite un fallo. Esta es la idea general de una sentencia.

Hay varios tipos de sentencias. Pueden ser absolutorias cuando el juez da la razón al demandado. Es condenatoria cuando la razón se decanta a favor del demandante.

En líneas generales, el derecho contempla la posibilidad de que los litigantes puedan recurrir a otro tribunal para que se revise el caso. Es lo que se denomina un recurso. En el caso de que la ley establezca que no es posible interponer un recurso, la sentencia será considerada firme. Para tener esta consideración, la ley que se aplica en el fallo debe indicarlo expresamente. Además, otro requisito para que la sentencia sea firme consiste en que los litigantes hayan dejado pasar los plazos establecidos para interponer un recurso.

Así, la sentencia firme es definitiva. El fallo es inapelable y debe aplicarse tal y como ha concretado el juez en su resolución. El origen de la sentencia firme viene, como la mayoría de las situaciones legales, del Derecho Romano. El propósito de la sentencia firme es evitar un nuevo juicio, entendiéndose de esta manera que así se protege a ambas partes.

La idea de una sentencia firme está clara: que no pueda haber un nuevo juicio. A pesar de ello, la legislación de la mayoría de países contempla la posibilidad de revisar una sentencia firme. El primer requisito para hacerlo es que una de las partes lo solicite a un tribunal de superior rango, normalmente el Tribunal Supremo. Este órgano tiene la facultad de reabrir el caso y, por tanto, anular la sentencia firme si se cumplen alguno de los siguientes requisitos: la aparición de nuevos datos relevantes, la demostración de la falsedad de los datos o de los testimonios de los peritos o algún tipo de irregularidad ( el cohecho, por ejemplo ) que justifique la anulación de la sentencia firme originaria.