Definición de Sociedad de Naciones
Periodista esp. e investigador
La Organización de las Naciones Unidas (ONU, o simplemente UN –United Nations– en inglés) no es la primera entidad internacional conformada por diversos países para intentar garantizar la paz a nivel mundial (y nótese que digo intentar, no que lo haga de forma efectiva). Antes, en el periodo de entreguerras, hubo una entidad predecesora, la Sociedad de Naciones.
Fundada en 1919 al calor del tratado de Versalles que ponía fin a la Gran Guerra (como se conocía entonces lo que acabó siendo denominado la Primera Guerra Mundial), la Sociedad de Naciones fue una organización internacional que agrupaba a países con el fin de establecer un orden internacional y solucionar conflictos y disputas actuando de mediador.
De hecho, la actual ONU le debe mucho a la Sociedad de Naciones, pues es una entidad precursora con la que se pudieron ver aciertos y errores. Lamentablemente, el ser humano es un animal que puede caer dos veces en el mismo error. Y tres, y hasta cuatro o más…
En su fundación contaba con 42 países. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, a Alemania se le prohibió entrar (lo haría en 1920), así como a Turquía y la URSS (ambas en 1934), y que la mayoría del continente africano y buena parte del asiático no estaba representado por estar dividido en colonias de las potencias occidentales.
Sobre esto último, el apunte de que el Reino Unido permitió la entrada con representación de muchos de sus territorios (como la India) para disponer de mayor influencia y control, ya que así podía controlar sus votos.
La Sociedad de Naciones estaba dividida en diferentes organismos internos, que la harían asemejarse bastante a lo que hoy es la ONU.
La Asamblea estaba formada por el conjunto de los estados participantes; el Consejo, con cinco representantes permanentes (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, y Japón) más cuatro otros miembros no permanentes elegidos por la Asamblea por un periodo de tres años; y, finalmente, el Secretariado.
Como vemos, los organismos son prácticamente los mismos que en la actual ONU con solamente algunos retoques. La sede se encontraba en Ginebra, en el Palacio de las Naciones, donde la ONU tiene actualmente su sede europea (y la de mayor importancia tras la de Nueva York).
Pese a que la Sociedad de Naciones se demostró como un organismo inútil en el trato con las belicosas potencias fascistas del eje a partir de la segunda mitad de la década de los treinta, en el periodo que vino justo después de la Primera Guerra Mundial sí hizo valer su ley, abortando algunos conflictos que, de no haber existido dicha organización, seguramente habrían llegado a las armas, o bien aportando soluciones a conflictos que ya habían entrado en su fase militar.
Entre estos, por ejemplo, podemos contar la disputa entre Alemania y Polonia por el territorio de la Alta Silesia, o el arbitraje durante la Guerra del Chaco.
Poco a poco, las decisiones de la Sociedad de Naciones fueron politizándose, cediendo a las presiones de las grandes potencias, y la entidad debilitándose.
Es el caso del incidente de Corfú de 1923, que se acabó resolviendo favorablemente a la Italia de Mussolini por las presiones del dictador italiano. También del ataque japonés a China en Manchuria de 1931, que termina con la Sociedad arbitrando una separación de Manchuria del resto de China. Japón, finalmente, abandonará la Sociedad en 1933, junto a Alemania (Italia lo haría en el 36).
Esto es algo que caracteriza a la Sociedad de Naciones: que algunos países la abandonan y, en algunos casos retornan, como es el caso de la Argentina, que fue miembro fundador, se marchó, y luego volvió.
El problema se acrecentó con la invasión italiana de Abisinia y la imposición de sanciones por parte de la Sociedad a Italia, unas sanciones que resultaron muy “light” y que no perjudicaron en absoluto al país ni a la dictadura fascista, lo que obviamente no impidió que Abisinia acabara siendo conquistada.
En 1939 la Unión Soviética era expulsada a raíz de su ataque contra Finlandia. La organización no sería capaz de orquestar ninguna acción de entidad para parar el conflicto.
Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones sería inoperativa, solamente dedicándose a ayudar a los refugiados.
Su misión primordial, mantener la paz, había fracasado estrepitosamente. Así, en 1946, sería disuelta para dar paso a la organización que heredaría sus funciones, estructura, patrimonio (como la antes comentada sede suiza), e incluso los archivos: la ONU.
Durante su historia, la Sociedad de Naciones hizo algo que la ONU no ha hecho en tiempos modernos desde su creación: controlar directamente diversos territorios.
Los mandatos de la sociedad de naciones incluyeron el Sarre desde 1919 a 1934, y la ciudad de Dánzig de 1920 hasta la invasión nazi de Polonia en septiembre de 1939.
La ONU ha seguido un camino similar a la Sociedad de Naciones, mostrándose inoperativa para parar determinados conflictos como las guerras árabe-israelíes, así como haciendo lo que no había hecho nunca la Sociedad: intervenir directamente en un conflicto con tropas propias, la Guerra de Corea en 1950.
Fotos: Fotolia – gpetric / laufer
Trabajo publicado en: Oct., 2018.
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